Obras de adaptación en el estadio Carranza con vistas al reinicio de la Liga

Cádiz/La Liga volverá a mediados del mes de junio y la plantilla del Cádiz CF, líder de Segunda División A, se prepara desde el pasado 9 de mayo (después de un largo parón) para tratar de afrontar en las mejores condiciones posibles las once jornadas restantes, que resultarán claves en la batalla por el ascenso a Primera División. Un esprint final de aúpa la espera al Cádiz CF y a todos los equipos del campeonato.

El balón rodará de nuevo pero a nadie se le escapa que en nada se parecerá lo que queda a lo que ya se jugó desde mediados de agosto de 2019 hasta el comienzo de marzo de 2020. Lo que viene ahora es una mini temporada basada en el frenético recorrido sin freno que supondrá la disputa de un partido cada tres días en poco más de un mes.

La pandemia del coronavirus lo condiciona todo desde hace más de dos meses. La consecuencia inmediata del estallido de la crisis fue la paralización del campeonato de manera abrupta. Hubo momentos en que pareció harto complicado que el fútbol volviese a encender el motor esta campaña. Para que el retorno del balompié profesional sea una realidad las pautas son muy estrictas con el objetivo de minimizar el riesgo de transmisión del virus.

La variación más visible cuando regresen los partidos oficiales será la ausencia de público en los recintos. El Cádiz CF tiene pendiente media docena de encuentros en el estadio Carranza que tendrá que encarar sin el soporte de su fiel hinchada. Los rivales que tienen que visitar la capital gaditana son el Rayo Vallecano (será la primera cita cuando se reinicie el torneo), Alcorcón, Tenerife, Real Oviedo, Fuenlabrada y Albacete.

Además de jugar a puerta cerrada, el Cádiz CF deberá acometer algunas reformas en determinados lugares del estadio para adaptarse a la situación actual.

La zona de los banquillos será la que experimente los cambios más visibles en Carranza. La convocatoria de 23 jugadores por equipo en los encuentros que quedan para completar la temporada hará que haya 12 suplentes en cada bando, además de los habituales técnicos y auxiliares.

El notable aumento del número de efectivos en los banquillos obligará a la entidad cadista a hacer modificaciones para dar cabida a todos. La ampliación será considerable porque además está establecido que deber haber una distancia física de un metro y medio entre todas las personas.

El club trabaja desde hace un mes, a través de un grupo de trabajo, en las posibles actuaciones que deberá llevar a cabo en el estadio antes de que se reanude la competición oficial.

Delimitar con claridad la zona de calentamiento de los jugadores durante el desarrollo de los partidos y ubicar un espacio para los futbolistas no convocados (podría ser en un lugar cercanos a los banquillos, incluso sin descartar la primera fila de Tribuna) son otras de las actuaciones que realizará el Cádiz CF con vistas a la próxima vuelta de los partidos oficiales.

La obligación de desinfectar las manos a la hora de acceder y abandonar el terreno de juego abre la opción de la instalación de dosificadores de jabón hidroalcohólico en las esquinas del túnel de vestuarios para facilitar la higiene.

Precisamente la zona de los vestuarios también será objeto de modificaciones. La intención es que la permanencia en los vestuarios sea la menor posible tanto en tiempo como en número de personas. Se contempla la posibilidad de habilitar más salas para los equipos de manera que se puedan reducir la presencia de personas en cada espacio.

Lo que haga deberá estar terminado antes del fin de semana del 12-13-14 de junio, cuando el Cádiz CF se medirá al Rayo en casa en el arranque de la recta definitiva del campeonato.

Los responsables de la entidad cadista estudian también la manera de ambientar los partidos como local dado que la afición no podrás acceder a las gradas. Se abren múltiples opciones, como proyectar imágenes en los modernos videomarcadores, dar protagonismo al sonido de la megafonía con mensajes motivadores, el himno a toda pastilla... Aunque ni mucho menos se aproxime al calor que proporciona la hinchada cuando está en la grada, se trata de que los jugadores del conjunto amarillo perciban que hay miles de personas pendientes de ellos.