La excepcionalidad de los años bisiestos

Cádiz/Más allá de la explicación científica de que el mes de febrero tenga 28 días durante tres años seguidos y al cuarto concluya en 29, debido a que el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol dura algo más de 365 días, en concreto seis horas más que se acumulan hasta completar 24 en cuatro años, de ahí que se corrija añadiendo un día al calendario cada cuatrienio, la consecuencia que conlleva para el planeta fútbol es que de forma excepcional los equipos disputan algún partido un día 29 de febrero, como será el caso del Cádiz este sábado.

Sólo puede ocurrir, por lo tanto, cada cuatro años, aunque en realidad sólo es factible aproximadamente una vez en la década porque tienen que darse igualmente más coincidencias, la principal que el día caiga en fin de semana o en todo caso en un encuentro programado. De cualquier modo, lo cierto y verdad es que los años bisiestos, y más en concreto jugar un 29 de febrero, no se le dan precisamente bien al Cádiz, que no conoce la victoria en Segunda cuando ha tenido que jugar ese día.

Este sábado, 29 de febrero de un año bisiesto como es 2020, el equipo amarillo recibe al Almería en el Ramón de Carranza con la imperiosa necesidad de regresar a la senda del triunfo para, por un lado, asegurar un liderato que corre serio peligro porque el Zaragoza, segundo clasificado, se ha situado a sólo un punto, y por otro porque el rival, tercero a cinco, también pelea por el ascenso directo.

La cita, que se antoja decisiva para el devenir del curso, se presenta con unos antecedentes para el titular de la Tacita que no tienen más valor que el puramente anecdótico. De hecho, con Álvaro Cervera en el banquillo ya quedó más que de sobra demostrado que siempre hay una primera vez para conseguir algo inédito. Por ejemplo, cuando nada más que llegar hizo realidad el sueño del ascenso a Segunda en la primera ocasión que un cuarto clasificado de Segunda B daba el salto de categoría.

Así y todo, no deja de ser curioso que toque ganarse las habichuelas un 29 de febrero, una fecha que no trae buenos recuerdos en la categoría de plata, aunque sólo hayan tenido lugar en la citada fecha dos encuentros ligueros.

En 1976, la jornada 24 deparó un enfrentamiento ante Osasuna en la capital gaditana que se saldó con tablas sin goles, una campaña en la que los cadistas concluyeron en la 13ª posición, mientras que en 2004, en la jornada 26, el 29 de febrero coincidió con la visita al Rayo Vallecano, que se impuso por 2-0 con tantos de Biagini y Azkoitia. El Cádiz terminó la competición en la séptima plaza.

La única ocasión en la que los amarillos sí obtuvieron la victoria jugando un 29 de febrero fue en la 1947-48, militando en el Grupo 8 de la Tercera División de la época. El Coria comparecía en el Campo de Mirandilla y cayó por 2-0. El curso acabó con el Cádiz en el quinto puesto.