El ficticio saneamiento que pone al club camino de una situación ruinosa

Doyen demandará a la entidad cadista y exigirá el embargo de las acciones de Locos por el Balón por incumplimiento de contrato

Manuel Vizcaíno, pendiente de su teléfono móvil en la zona mixta del estadio Ramón de Carranza.
Manuel Vizcaíno, pendiente de su teléfono móvil en la zona mixta del estadio Ramón de Carranza.
Jesús Jaques Nuche Cádiz

20 de abril 2016 - 05:02

El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, alardeaba el pasado lunes, en la presentación de Álvaro Cervera poco después de haber destituido a Claudio Barragán como entrenador, que el Cádiz estaba más saneado que nunca. No se sabe si se refería a los saneamientos de las instalaciones del club, porque las arcas no pueden tener más telarañas y el Cádiz no puede estar más asfixiado. Tan escaso anda de dinero la entidad cadista, que el presidente gasta lo que no hay, tira de posibles futuros ingresos y se mete en préstamos con los que endeuda más a un club que de nuevo corre peligro de caer en la ruina. No cumple lo que firma y después llegan lo problemas. Doyen prepara una demanda contra el club y Locos por el Balón, David Buitrago se dispone se dispone a denunciar a Vizcaíno por mala administración y la no convocatoria de la junta de accionistas de Locos por el Balón, la cantera está hipotecada, como también los ingresos del próximo Trofeo Carranza, hace unos días el Ayuntamiento hizo un embargo al club de más de 100.000 euros...

Varios son los frentes que tiene abierto el Cádiz fruto de la gestión de un sevillista de cuna que a día de hoy nadie sabe si se ha rascado su bolsillo para poner un euro en un club que presidente sin ser dueño de Locos por el Balón, sociedad que posee el 49,5% de las acciones de la entidad antes del inicio de la ampliación de capital. Vizcaíno impulsa que Locos por el Balón acuda a esa ampliación sin poner un euro y lo hace por compensación de créditos a un club sumido en el caos económico.

Doyen acorrala al presidente Vizcaíno

El fondo de inversión Doyen prestó 1.025.000 euros a Locos por el Balón, que su vez se lo prestó al Cádiz. Esa empresa va a demandar al club, como responsable civil subsidiario, y a Locos por el Balón, por incumplimiento del acuerdo. Vizcaíno ha aprovechado ese dinero prestado por Doyen para aumentar el accionariado de Locos por el Balón en la ampliación de capital e intentar eliminar a los accionistas minoritarios. No lo ha conseguido del todo porque ha habido pequeños accionistas que sí han acudido a esa ampliación. El problema para el club es que tiene que devolver el dinero a Locos por el Balón el dinero prestado por esa sociedad, que su vez debe devolverlo a Doyen. Pero como Doyen no cobra, va a presentar una demanda en la que va solicitar el embargo de todas las acciones de Locos por el Balón. La batalla por el control de la sociedad que controla el Cádiz se dirime ahora en los tribunales y Vizcaíno con su gestión ha metido al club en un problema muy grave.

David Buitrago pasa a la ofensiva

Otro de los frentes abiertos está en el seno de Locos por el Balón. David Buitrago, propietario de la mitas de las acciones de la sociedad, envió hace unos meses un burofax a Vizcaíno en el que instaba al sevillano a que no hiciera operaciones económicas que pudiera causar algún perjuicio a la empresa. Pese a que Buitrago consta como duelo de la mitad de las acciones, Vizcaíno tiene bloqueado su acceso en la toma de decisiones, de manera que es el presidente del Cádiz, sin ser dueño, el que parte el bacalao a su antojo. Buitrago se dispone a denunciar a Vizcaíno por la no convocatoria de la junta de accionistas del Balón -el plazo expiró el pasado 22 de diciembre de 2015- y por la deficiente gestión de la sociedad.

El problema creado con Hummel

La firma que hasta hace poco suministraba la vestimenta del equipo se enteró por la radio de que el Cádiz prescindía de su servicios pese a que le quedaban dos años más de contrato. Vizcaíno se encargó de filtrar que Adidas iba a ser el nuevo proveedor antes de sentarse con Hummel, que ha perdonado 50.000 euros y ha recibido dos pagarés como indemnización con la garantía de cobro procedente de los ingresos del próximo Trofeo Carranza. Eso supone que lo que el club ingrese en el torneo veraniego, o al menos parte, ya está gastado meses antes de su celebración.

Cantera en manos de clubes prestamistas

El fracaso deportivo que supuesto el descenso del Cádiz B a Primera Andaluza está a punto de repetirse esta temporada porque el filial tiene difícil regresar a Tercera División. Siendo grave la depreciación del segundo equipo del club, peor es que el presidente del Cádiz vendió la cantera por 600.000 euros al Villarreal y al Sevilla. Cada uno de esos dos club prestó dinero a la entidad cadista y a cambio puede llevarse a cualquier jugador de la cantera -hasta juvenil- que sea de interés. Esos contratos siguen en vigor y Cádiz tiene de plazo para devolver los préstamos hasta mediados de 2020. El club se puede encontrar en esa fecha con la obligación de restituir a los prestamistas esos 600.000 euros, además de tener que afrontar ya los plazos del convenio de acreedores resultante del procedimiento concursal. Si dentro de cuatro años el Cádiz sigue en Segunda División B, lo tendrá muy complicado para hacer frente a esos pagos y a la vez encarar los gastos normales de una temporada.

Crecen los impagos y la estructura del club

El Cádiz presumía hace pocos días de estar cumpliendo sus plazos con el Ayuntamiento pero ocultaba que había sufrido un embargo municipal de más de 100.000 euros por el impago del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) correspondiente al año 2015. El club acumula otros impagos y hay acreedores que no se atreven a hacerlo público por temor a represalias. La maltrecha economía del club contrasta con la facilidad con que Vizcaíno engorda la estructura del club mediante nuevas incorporaciones. Otro problema es cómo finiquitar los contratos de Claudio Barragán y Alfredo Santaelena. ¿Con pagarés? ¿Con la taquilla de play-off?

Problemas de liquidez para acabar el curso

La escasez de dinero ha provocado los primeros problemas en meses en el club para afrontar la última nómina, que hizo efectiva con unos días de retraso. Las dificultades no son pocas hasta el extremo de que el Cádiz ya se la ha ido el dinero recaudado en la primera fase de la ampliación de capital.

Puede darse el caso de que haya duplicidad de contratos en más de un jugador del Cádiz y por tanto el balance económico no se ajuste a la realidad. Lo peor puede estar por llegar porque entre Hacienda, nóminas y acreedores, el Cádiz debe afrontar el abono de cerca de un millón de euros para finalizar la temporada. Ingresos apenas tiene pendiente lo que consiga por la fase de ascenso y lo que rasque de la segunda fase de la ampliación de capital.

La sombra de Quique Pina es alargada

El presidente del Granada, Quique Pina, asiduo colaborador del Cádiz cuando le ha pedido ayuda, no se ha mordido la lengua cuando se ha referido a Manuel Vizcaíno. El murciano sostiene que con Vizcaíno en el club no hay dinero, no hay ideas y el equipo no llega para ser campeón.

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