La fiesta no tiene fin (1-3)

LaLiga 1|2|3 | Córdoba - Cádiz CF

El Cádiz prolonga su buena racha con una afortunada victoria gracias a su pegada en la recta final

Manu Vallejo, Marcos Mauro y Aketxe marcan y el equipo se coloca a dos puntos del 'play-off'

Manu Vallejo abrió el marcador en Córdoba.
Manu Vallejo abrió el marcador en Córdoba.

Cádiz/La racha victoriosa del Cádiz CF se prolongó una semana más no sin sufrimiento. El 1-3 no reflejó el desarrollo de un partido en el que el Córdoba se mostró superior pero los que ganaron fueron los visitantes, que golpearon en los últimos instantes con dos goles que resultaron definitivos. El Cádiz está en estado de gracia. Todo le sale pese a jugar peor que su oponente.

No fue ni mucho menos el mejor encuentro de los gaditanos. No hubiese sido extraño un triunfo de los locales, que fueron los que más lo buscaron, pero el Cádiz sacó petróleo de la debilidad defensiva del adversario que le llevó a sumar tres puntos más para colocarse con 20, a sólo dos de la fase de ascenso.

Los amarillos sumaron su cuarta victoria consecutiva pese a su discreta actuación, acompañada de dosis de fortuna y pegada en los momentos decisivos. Manu Vallejo, Marcos Mauro y Akexte firmaron los tantos de los visitantes.

Álvaro Cervera se mantuvo fiel al once que tan bien funcionó contra el Reus y en la segunda mitad ante el Elche. Desplegó un 4-4-2 con una estructura defensiva con la implicación de todas las líneas.

La defensa se convirtió en la prioridad absoluta de los visitantes, que no tardaron en sufrir las acometidas de los locales. En el minuto 8, De las Cuevas mandó el esférico al poste con un cabezazo que no entró de milagro –Jovanovic no conectó solo delante de Cifuentes- pero fue un claro mensaje de lo que le esperaba a un Cádiz al que le costó entrar en materia.

Los de casa, empujados por la necesidad, arrancaron a toda pastilla pero pronto perdieron a dos hombres por lesión. Jaime Romero y Jovanovic tuvieron que retirarse antes del cuarto de hora. Los contratiempos no frenaron el ímpetu de un Córdoba lanzado al ataque que hizo sudar de lo lindo a un conjunto amarillo arrinconado contra las cuerdas en su área. En el 16, Cifuentes evitó el gol al repeler un derechazo de Aguado. El 1-0 parecía cercano.

Los gaditanos estaban sobre el césped en cuerpo pero no en alma, como si se hubiesen quedado en el vestuario. Como si la cosa no fuera con ellos. Ni un pase en condiciones, ni una contra con un mínimo de peligro, ni una sola irrupción por las bandas, ni una anticipación ante un adversario que salía ganador en todas las acciones, ni una ocasión medianamente clara… Nada de nada.

Garrido tenía que ejercer como un central más ante el insistente acoso de los verdiblancos. Y es que el Cádiz no se enteraba. Entró dormido al partido y así continuó durante toda la primera parte, condenado achicar un balón tras otro, agarrado al empate a cero como única solución. Javi Lara y Aguado se hicieron con el mando del partido ante la desaparición de unos desconocidos Garrido y José Mari, que sólo pararon a sus oponentes con faltas.

Los de Cervera pusieron el despertador pasada la media hora y por fin se presentaron en el área contraria con una secuencia de disparos en una misma jugada que se estrellaron en la zaga. Fue una acción aislada, casi casual, poco después de que Jairo pasara al centro del ataque y Manu Vallejo se escorase a la izquierda. Cervera buscaba la fórmula que propiciase la reacción de los suyos, que sólo pusieron el cuero entre los palos con un flojo testarazo de Garrido en el 37 que murió en las manos de Carlos Abad. Replicó de inmediato Piovaccari con otro cabezazo que se perdió por línea de fondo.

El descanso llamó a la puerta con el marcador intacto, la mejor noticia para un Cádiz inferior, que ofreció un ligero síntoma de mejoría justo antes del periodo de reflexión en el vestuario que debía confirmar en la reanudación.

Manu Vallejo marca al inicio de la segunda parte pero los locales empatan sólo dos minutos más tarde

La locura se desató al comienzo de la segunda mitad. Los amarillos por fin llegaron con peligro y marcaron a las primeras de cambio. Manu Vallejo. Quién si no. El chiclanero ganó la pugna con un contrario, el balón llegó a Lekic dentro del área, regateó hacia atrás y de nuevo apareció el canterano, que en el mano a mano con el portero definió con la precisión de un experto con un tiro por alto al palo corto. Su cuarto tanto en la Liga y el sexto de la temporada.

El 0-1 subió al marcador en el 49 aunque la ventaja sólo duró dos minutos, el tiempo que tardó De las Cuevas en nivelar la balanza con un disparo raso desde el balcón del área que entró colocado junto a un poste.

El intercambio de golpes fue el anuncio de una segunda mitad de infarto, Los cordobeses apretaron tras el empate y Cervera trató de fortalecer la medular con la entrada de Álex Fernández en lugar de Lekic.

El duelo resultó más equilibrado aunque los locales siguieron llevando el peso. Buscaron el segundo con más ahínco que los gaditanos. De hecho, el Cádiz se libró del 2-1 en el 71 cuando De la Cuevas envió la pelota la cruceta en lanzamiento de un libre directo. La suerte fue que el balón botó fuera y no dentro de la portería.

La ocasión, clarísima, espoleó a los anfitriones, que dieron un paso más mientras los amarillos se diluyeron, entregados a la destrucción y con verdaderos problemas para contener las continuas oleadas de los de Sandoval, que afrontaron la recta final con dos delanteros puros con la entrada de Expósito. En el Cádiz, Cervera se jugó las cartas de Carrillo –por Manu- y Aketxe en lugar de un desaparecido Salvi.

Los amarillos se conformaron con el empate. Perdían tiempo cada vez que tenían que poner el balón en movimiento. Pero resucitaron al final cuando el partido estaba roto y el rival acusaba el cansancio. Cuando el empate parecía inevitable, Marcos Mauro irrumpió como el ave fénix en el área para agradecer el saque de esquina sacado por Aketxe con un certero cabezazo que elevó el 1-2 al marcador. Corría el minuto 89 y el tanto inclinó la balanza hacia los amarillos, que remataron la faena en el 92 con un tanto de Aketxe con la testa.

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