El gran error del Cádiz CF en el mercado de verano
El club hace una apuesta arriesgada que de momento no da resultado
Clara derrota en Vigo
Cádiz/El Cádiz CF ha empezado rematadamente mal la temporada 2022/23. Los números hablan por sí solos: cuatro derrotas en otras tantas jornadas, sin un solo gol a favor, diez en contra y colista de la clasificación con cero puntos. El único que aún no ha sumado.
No es casualidad que un equipo pierda cuatro partidos consecutivos y no sea capaz marcar un gol en 360 minutos en los que casi no ha tirado a portería.
¿Qué le pasa al Cádiz CF? El equipo está pagando las consecuencias de un mercado de verano en el que el club se ha quedado corto. A ese factor se añade la mala suerte en forma de lesiones, con jugadores lejos de su mejor forma.
El director deportivo del club, Jorge Cordero, señalaba en Movistar LaLiga antes del encuentro ante el Celta disputado en Balaídos que "tenemos 26 jugadores en la plantilla. Hemos mantenido la base, el 80% o 90% del año pasado, más siete incorporaciones, dos que estaban el año pasado incorporados en propiedad".
Decía algo más Cordero: "A partir de ahora, pues a intentar cambiar la situación, recuperar la confianza y el estado de ánimo de los jugadores que el año pasado demostraron que son de Primera División".
El gran error del Cádiz CF puede haber sido mantener una plantilla muy parecida a la que la pasada campaña se salvó de milagro. Y otro milagro seguido sí que sería un milagro.
Los buenos números de la segunda vuelta de la última campaña (25 puntos) son un arma de doble filo. Sirvieron hace unos meses pero la plantilla hizo más de lo que se esperaba. Tuvo mérito pero pensar que este año va a repetir la trayectoria es jugar con fuego. El éxito del pasado reciente puede conducir al fracaso en el futuro próximo.
De los cinco jugadores nuevos, sólo tres están llamados a ser titulares de manera habitual: Joseba Zaldua, Brian Ocampo y Theo Bongonda. Está por ver el papel que desempeña Antonio Blanco. Awer Mabil se quedó fuera de la última convocatoria, una señal de lo que le puede esperar.
Confiar en el bloque del curso anterior es apuesta de alto riesgo que de momento no ha empezado bien. Los resultados no pueden ser peores y las sensaciones son malas salvo la primera mitad en Vigo que tampoco se tradujo en un marcador favorable.
La impresión es que el club ha dejado escapar la oportunidad de dar un paso más y evolucionar. Se estanca con una plantilla en la que hay jugadores que no dan el nivel y otros que parecen que no dan más de sí.
Mientras, pasan las jornadas a la espera de una reacción que no debe demorarse en demasía. De lo contrario, la temporada se puede convertir en una tortura.
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