El grupo ultra de fútbol que visita Cádiz el próximo fin de semana y dejó destrozos en A Coruña

Los incidentes más graves afectaron a los locales en los aledaños de Riazor

Altercados de los ultras del Málaga en La Coruña antes de visitar Cádiz

Así quedó el bar La Menuda de La Coruña. / M. G.

Desperfectos graves en un establecimiento, coches y mobiliario urbano; intervención de la Policía para evitar el caos en la zona del Paseo Marítimo... Este fue el balance del paso de los ultras de Málaga por el centro de A Coruña el día antes del partido que enfrentaba al Deportivo con el conjunto andaluz el domingo 6 de octubre.

El paso del Frente Bokerón, el grupo de seguidores del club malacitano, se notó en la noche del sábado al provocar altercados en la ciudad gallega que obligó a la Policía Nacional a intervenir para controlar a un grupo amplio de estos aficionados. Este grupo de extrema derecha estará en Cádiz este próximo fin de semana, una plaza marca en rojo para este grupo. Normalmente, suelen generar incidentes en la capital gaditana e incluso dentro del estadio Nuevo Mirandilla.

La semana pasada en la previa del partido, varios locales de las inmediaciones del estadio de Riazor se vieron afectados por la acción de estos violentos. Allí, según Europa Press, un grupo de unos 100 ultras causó importantes desperfectos en el Café Bar La Menuda, además de en vehículos y mobiliario urbano. Más tarde intervino la Policía para controlar al grupo en la zona del paseo marítimo y sacarlo de las calles de la capital para evitar males mayores.

También, durante la mañana del sábado se vieron imágenes de numerosos grupos de personas vestidas de negro con palos y barras por diferentes zonas de la ciudad, como el barrio del Orzán o el Paseo de Riazor.

Tanto el Málaga como el Dépor coincidieron en mensajes de condena por lo ocurrido. "El Málaga CF expresa su rechazo a los episodios violentos vividos anoche en A Coruña. Este tipo de situaciones no representan al malaguismo", publicó en su cuenta de Twitter la entidad de Martiricos, mientras que los gallegos hicieron un comunicado: "El RC Deportivo quiere mostrar su más firme repulsa y su rotunda condena a los actos vandálicos que se han producido la pasada noche en A Coruña. El club quiere dejar claro que colaborará con las Fuerzas de Seguridad para perseguir a los responsables de los mismos. El fútbol es un deporte que promueve la hermandad de las aficiones; y la ciudad de A Coruña y los aficionados del Dépor merecen respeto. Desde el RC Deportivo vamos siempre a salvaguardar a nuestra afición, uno de los pilares de nuestro club".

Partido declarado de alto riesgo

El Cádiz CF y el Málaga CF se enfrenta en la novena jornada de Liga en el estadio Nuevo Mirandilla en un encuentro que ya ha sido catalogado de alto riesgo por parte de la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. Esta calificación de alto riesgo es habitual en los encuentros entre Cádiz y Málaga debido a la hostilidad imperante entre Brigadas Amarillas y Frente Bokerón.

Sin embargo, más allá de disputas entre grupos ultras, los integrantes de Frente Bokerón, que no representan a la mayoría de la afición malaguista, han protagonizado situaciones lamentables dentro del estadio Nuevo Mirandilla. Uno de los que se recuerda es cuando estos radicales, situados en la zona visitante en un lateral de Preferencia Alta, arrancaron sillas para arrojarlas sobre el público situado en Preferencia Baja. Todo ello, acompañado de piedras. En esa zona, se sitúan aficionados ajenos a cualquier actividad ultra, por lo que esto puso en peligro la integridad física de familias enteras. Esto ocurrió en el partido disputado en Segunda División en la 2006-2007.

En los años siguientes, se han producido otros incidentes parecidos que ha derivado en detenciones de personas relacionadas con actividades violentas. De ahí que un Cádiz-Málaga sea declarado siempre de alto riesgo.

Esta declaración permite activar una mayor presencia policial en el estadio y sus alrededores, controles de seguridad más exhaustivos para los aficionados, separación más estricta de las aficiones rivales y coordinación reforzada entre las autoridades y los clubes implicados para un partido que "podría comprometer la seguridad de aficionados y deportistas".

Todo en vista de evitar que en la ciudad se produzcan situaciones similares a las registradas en A Coruña. O lo ocurrido en 2019, uno de los últimos duelos oficiales celebrados entre los dos equipos andaluces, cuando hubo dos detenidos por una pelea entre miembros de ambos equipos en el barrio de La Laguna.