Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz/El análisis de la victoria jurídica del Cádiz CF sobre la FIFA y el Watford pone de relieve la excelente gestión que se ha llevado a cabo desde la entidad amarilla con el conocido como 'caso Momo Mbaye', que provocaba la presencia de una sanción sobre el club que le impedía fichar durante dos ventanas. Es cierto que contaba con la cautelar del TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), pero de fondo pesaba una causa que hasta hace pocos días estaba abierta.
La acusación que pesaba sobre el Cádiz CF, en cuanto a haber fichado a Momo Mbaye siendo propiedad del Watford, ha sido el caballo de batalla para que desde la capital gaditana se pudiera demostrar que el zaguero africano era agente libre cuando firma el contrato con los amarillos. La resolución favorable al conjunto gaditano saca a la luz la pésima gestión del Watford en este asunto y el lugar tan delicado en el que queda Enrique Labrador -asesor jurídico del Cádiz CF cuando Quique Pina tuvo mando en plaza-, como supuesto intermediario en la operación de Momo Mbaye.
Sirva como detalle que desde el TAS ven 'extremadamente limitadas' los argumentos como pruebas para demostrar la existencia de ese contrato firmado por el canterano. Es más, por parte del TAS se desliza una posible falsificación, ya que tanto el Cádiz CF como Momo Mbaye mantuvieron que no se había firmado ningún contrato con el cuadro inglés. Dentro del conflicto se explica que lo más delicado es que se haya falsificado una firma. Al respecto, la resolución indica que 'la hipótesis más probable es que alguien haya borrado la firma del Sr. Labrador de la página de la firma del Anexo 2 y que posteriormente la haya utilizado como página de la firma del Contrato Watford para ser firmada por la Sra. Vowels'.
Cabe recordar que el defensa africano siempre se mantuvo firme en no haber firmado con el Watford. "Nunca he firmado ningún contrato con el club Watford". Añadió que "las firmas que se contienen en los documentos que aportó el Watford ante FIFA son falsas". "Me refiero a los contratos de trabajo y el contrato de cesión. Todo esto consta acreditado por un informe caligráfico independiente que aporte a FIFA".
Dijo algo más Momo Mbaye: "Nunca he tenido contacto, ni he conocido a ningún representante del Watford: presidente, directivos, entrenador, director deportivo, nadie. Nunca me llamaron, ni al inicio del supuesto contrato de trabajo, ni cuando terminó mi relación con el Inter Zapresic".
Para reforzar sus razones, el futbolista señaló que "nunca he estado en Watford, ni siquiera en el Reino Unido, lo que es fácilmente comprobable con mi pasaporte". Y agregó que "el Watford nunca me ha abonado una sola cantidad de dinero, teniendo la ayuda de mi representante para sobrevivir".
La acusación del Watford se cae por su propio peso, según el TAS, al no aportar argumentos a lo que defiende. El laudo explica que 'Watford no encargó a un experto en grafología que examinara la firma correspondiente y no solicitó al Grupo de Expertos que se encargara a un experto en grafología independiente'.
A Quique Pina le salpica la cuestión porque, según el TAS, Labrador hizo de agente e intermediario de Momo ante el Watford. Y la realidad es que el zaguero negó ese extremo y es algo que igualmente asevera la resolución. La sentencia desgrana que el jugador 'testificó, entre otras cosas, que siguió las instrucciones del Sr. Pina, que nunca había estado en el Reino Unido, que nunca conoció a alguien de Watford, que nunca firmó el Contrato de Watford y que nunca había visto el Contrato de Watford'. El propio Momo manifestó en su momento que Pina y Labrador trabajaban juntos y que el segundo de ellos nunca fue su representante.
Sin duda, la resolución supone un revés serio para Quique Pina y su entorno -entiéndase aquí Labrador y el Watford- a pesar de que el murciano ha tratado de estar al margen de este asunto que finalmente ha desembocado en que la razón asiste al Cádiz CF.
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