Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
El resultado del Cádiz CF - Sporting
Cádiz/El Cádiz CF retomó la senda de la victoria con su método que la hace aún más fuerte en el liderato. Consistencia en la zona trasera y acierto para golpear en el momento preciso. Lo cumplió a rajatabla para doblegar (3-1) a un Sporting de Gijón que llegaba lanzado pero sucumbió en el fortín del Carranza.
El equipo amarillo sigue a lo suyo. Llega a los 34 puntos en sólo 14 jornadas con una enorme renta sobre sus perseguidores que alimenta los mejores sueños. Demostró su fiabilidad tras perder en Albacete con un triunfo de mérito. Marcos Mauro abrió el camino y Álex Fernández lo culminó con un doblete. El VAR ayudó a la tranquilidad gracias a su intervención en el tercer gol.
Guión esperado por parte del conjunto local, con Marcos Mauro y José Mari como novedades en la alineación y el sistema de sobra conocido que le ha llevado hasta la cima de la clasificación.
Desde los compases iniciales se libró una intensa batalla con predominio de la destrucción. Unos y otros se dedicaron a neutralizarse con un ritmo elevado que dificultó las aproximaciones a las áreas. La idea coincidente era dejar la puerta a cero antes de buscar la contraria.
Un par de balones colgados por cada equipo fue el escaso bagaje del primer cuarto de hora en un partido muy encorsetado, nulo de creatividad.
Gaditanos y gijoneses exhibieron poderío en la medular pero poca precisión en los pases cercados por una alta presión. La cuestión era anularse mientras el balón iba de un lado a otro sin mucho sentido. Las intentonas morían con prontitud.
Los ocasiones brillaban por su ausencia hasta que Iza Carcelén apareció en el minuto 20 para soltar un derechazo desde la frontal dirigido a la escuadra que no acabó en gol por la excelente intervención de Mariño.
La réplica de los visitantes fue inmediata. En la siguiente jugada, Alberto Cifuentes estiró al máximo su brazo derecho para repeler el remate de Djurjevic en el mano a mano. Un susto sin consecuencias. El intercambio de golpes quedó en nada pero al menos rompió el aburrimiento en medio de tanto músculo.
La buena noticia es que había alguna llegada a puerta. Después no hubo verdadero peligro pese a los intentos por las bandas de Salvi y Alberto Perea y alguna irrupción de Álex Fernández. Pero fue una internada del madrileño, abortada por la zaga muy cerca del arco, la que dio origen al único gol en la primera parte.
El cuero despejado por Borja López se fue a córner que los de casa aprovecharon al cien por cien. Corría en el minuto 32 cuando adelantaron los locales en una acción aislada a balón parado. No podía ser de otra manera en un choque equilibrado bajo la dictadura del sistema defensivo.
El propio Álex Fernández sacó de esquina y Marcos Mauro saltó más que nadie para cabecear el esférico y mandarlo al interior de la portería junto a un poste. Un tanto parecido al que hizo Fali para abrir la lata en el duelo ante Las Palmas.
El 1-0 no es que repartiese justicia, aunque sí premió el acierto de los amarillos. Y el acierto es lo que cuenta a la hora de la verdad. El Cádiz supo manejar la ventaja hasta el descanso, sólido en su parcela.
El segundo acto arrancó con la lesión de Alberto Perea en minuto 50 con un pinchazo en los isquiotibiales que propició la entrada de Iván Alejo, ubicado en la banda derecha mientras Salvi pasó a la izquierda.
El Sporting tomó la iniciativa empujado por las circunstancias y los anfitriones se metieron atrás a proteger el 1-0. Nada nuevo que no hubiese hecho otras veces. Eso sí, con los espacios que no había tenido antes para armar la contra.
Y fue en una contra cuando el líder abrió brecha. Justo a la hora de partido, Edu Ramos sirvió con celeridad a Salvi, el sanluqueño galopó por el sector izquierdo y su preciso centro ¡con la zurda! Al segundo palo lo controló Álex Fernández, que descerrajó un disparo con el que cruzó el balón al lado contrario de donde estaba Mariño. 2-0.
El encuentro parecía encarrilado pero la rápida respuesta de los asturianos apretó de nuevo el marcador. En el 63, Borja López no perdonó la indecisión de los locales en la defensa de un saque de esquina para poner el 2-1 con un mundo por delante.
Los norteños volvieron a creer en la posibilidad de puntuar y apretaron aún más en ataque. Álvaro Cervera agotó los relevos con la apuesta por Garrido y Caye Quintana para la recta definitiva hasta la meta.
El onubense adquirió un papel relevante porque una acción entre el portero y él dentro del área derivó en un penalti que nadie había apercibido. En la sala del VAR avisaron al colegiado Sagués Oscoz de la conveniencia de que revisara la jugada por el monitor. Dicho y hecho. El árbitro la vio y decretó pena máxima que Álex Fernández transformó con seguridad en el minuto 77. 3-1.
El tercer gol del Cádiz terminó con la resistencia del Sporting e incluso la diferencia pudo ser mayor con algunas contras.
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