Almería-Cádiz CF
El Comité de Árbitros reconoce el grave error en el penalti

El líder es indestructible (2-1)

El resultado del Cádiz-Lugo

El equipo amarillo se repone de un tempranero gol en contra y remonta con un doblete de Iza Carcelén

Iza Carcelén es felicitado tras marcar el primer gol. / Julio González

Cádiz/El Cádiz CF sigue a lo suyo, que es seguir sumando puntos y hacerse más fuerte en el liderato. Demostró que no hay quien le tosa en un estadio Carranza más fortín que nunca, donde no se cansa de ganar (2-1). Lo hizo con toda justicia. Fue muy superior.

El conjunto amarillo se rehizo del madrugador gol en contra y no le pesó llevar la iniciativa para remontar a un Lugo ultradefensivo gracias a la irrupción de un actor inesperado. Iza Carcelén se soltó el pelo con un doblete que guió la remontada de un equipo que supo adaptarse a las circunstancias.

La victoria permite mantener la distancia sobre sus perseguidores con nada menos que 39 puntos con cuatro jornadas por delante hasta el final de la primera vuelta. El Cádiz va como cohete

Álvaro Cervera tocó lo mínimo posible la alineación. Eligió a Nano Mesa como inquilino de la banda izquierda y Jean Pierre Rhyner como pareja de Fali en el eje de la zaga. Lo demás, todo igual.

Peor no pudo comenzar el suizo en su reaparición. Una pifia monumental suya propició el 0-1 en el minuto 5, en pleno tanteo entre las dos escuadras. Un cabezazo de Cristian, que parecía más un despeje que otra cosa, se encontró con el regalo de Rhyner, clavado como una estatua mientras Alberto Cifuentes reaccionó tarde en la salida. Uno por otro y la casa sin barrer e Iriome, el más listo de todos, se llevó el cuero para marcar a puerta vacía. 0-1 mientras todavía había aficionados accediendo al estadio.

El Cádiz adelantó la Navidad con un obsequio impropio de la categoría que puso muy pronto el partido cuesta arriba. Si algo no debía hacer era cometer errores y fue lo primero que hizo. El lío estaba servido pero había tiempo de sobra para revertir la situación.

Los amarillos se toparon con la dura realidad y empezaron a picar piedra contra la poblada y rocosa defensa visitante. El Lugo instaló la muralla de su ciudad en torno a su portería y el acoso fue constante a falta de derribo.

Nano Mesa respondió enseguida (en el 7) con un bonito gol que hubiese supuesto el empate pero que quedó invalidado por la bandera arriba del auxiliar de banda y la posterior ratificación del VAR.

No fue por falta de voluntad. El líder lo intentó una y otra vez y hasta dispuso de alguna oportunidad clara, como el testarazo de Iván Alejo (en el 12) delante de la portería, aunque algo escorado, que Ander respondió con reflejos. De nuevo apareció el cancerbero para desviar a córner en pleno dominio de los locales.

El juego se inclinó hacia el costado de derecho con continuas internadas de Alejo, siempre vigilado por dos oponentes y con pocas opciones más más allá de centrar y provocar saques de esquina que acababan sin consecuencias.

El reloj corría con velocidad hacia el descanso con el 0-1 hasta que una brillante acción en ataque de los anfitriones alteró el guión del partido. Choco Lozano rompió por velocidad la férrea línea defensiva en el minuto 38 y sirvió un pase raso al corazón del área que Iza Carcelén, solo en posición de ‘killer’, agradeció para descerrajar un fuerte disparo con el que puso el esférico en el interior de la portería.

¿Que hacía el lateral derecho en boca de gol? Si por algo se caracteriza el portuense es por su vocación ofensiva. Supo leer la jugada y tuvo el atrevimiento de abandonar su zona para llegar y hacer su primer gol como cadista.

El 1-1 dio tranquilidad a un Cádiz que no merecía el castigo de la derrota. Y poco le faltó para dar la vuelta completa al marcador antes del intermedio. En el 45, Lozano, a dos metros de la portería, cazó un balón suelto que no se tradujo en gol por centímetros después de que su remate lo desviase un zaguero.

Salieron los de casa en la reanudación dispuestos a terminar de voltear el marcador. El problema era cómo desmontar el entramado defensivo de un Lugo que si algo ni perdía era el orden.

Álex Fernández, para no perder costumbre, aparecía por aquí y por allí para ayudar, dar equilibrio y poner las escasas gotas de calidad que cayeron en el césped.

El empuje se acrecentó con el paso del tiempo, ya con Javi Navarro sobre el tapete. Aumentaron las aproximaciones pero la toma de decisiones no fue la correcta a la hora de dar el pase definitivo. El canterano encadenó una diablura tras otra con el balón y sólo le faltó el premio del gol.

Los tiros a puerta brillaban por su ausencia hasta el minuto 65, cuando Iza Carcelén, otra vez él, irrumpió en el vértice del área, vio que el balón le venía de cara y tal como le llegó soltó el zapatazo de su vida, potentísimo, para colar el cuero por toda la escuadra. Un misil cruzado que ponía el 2-1 y llevaba la euforia a la grada.

La remontada era un hecho pero quedaba lo más difícil, que era confirmar la victoria. Álvaro Cervera terminó de refrescar las bandas con el ingreso de Caye Quintana justo después del gol. La incertidumbre se prolongó por lo ajustado del marcador que los locales no acertaron a ampliar. Sendos cabezazos de Álex y Lozano acabaron en las manos del arquero.

Los gallegos apretaron en la recta final ante un Cádiz guarecido en su parcela que salió una y otra vez a la contra y poder rematar la faena. Se impuso la solidez de un líder gigante.

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