Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Fútbol | Segunda RFEF
Cádiz/La edad es un ciclo inevitable en un filial y de esa realidad no se puede librar el Cádiz B. Son días complicados para los que han seguido a estos chicos desde aquella situación tan compleja en Primera Andaluza cuando, primero con Mere a la cabeza y luego con Pavón, el conjunto cadista fue capaz de ascender a Tercera División y posteriormente a Segunda B. Esa generación soñadora y comprometida se desangra por el imparable paso del tiempo. Hay dos nuevas bajas dolorosas en el Cádiz B: Javi Duarte y Jordi Tur.
Javi Pérez tuvo que abrir la puerta esta semana para poner punto y final a buena parte de su trayectoria deportiva en el Cádiz CF, desde muy niño. El centrocampista conileño deja atrás nueve años en la casa y cinco en un filial al que llegó jovencísimo. Su destino será a partir de ahora el Real Avilés, que acaba de ascender a Segunda RFEF.
Al capitán del filial más soñado también le faltará a partir de ahora otros dos estandartes, Javi Duarte y Jordi Tur. El primero, un malagueño de 23 años, deja tras de sí siete temporadas de amarillo entre juvenil y senior. Un total de 159 encuentros en la cantera, con un papel clave en el filial y un inolvidable debut con el primer equipo. El propio Cervera mostró en alguna ocasión su admiración por la capacidad de este jugador.
Duarte no se va muy lejos aunque se acerca a su Málaga natal, ya que jugará en el Algeciras (Primera RFEF), que será uno de los integrantes del 'grupo de la muerte' de la nueva categoría. En el Nuevo Mirador, este centrocampista podrá demostrar las cualidades que un día le llevaron al cielo de la cantera del Cádiz CF.
El último en unirse, por el momento, a esta desagradable lista es Jordi Tur. El ibicenco suma cuatro campañas de amarillo con una cesión al Córdoba hace dos temporadas. Un jugador de clase y visión que ya dejó huella en la cantera del Barça y que ahora repite sensaciones en su adiós al Cádiz CF. Clase dentro y fuera del césped, con Tur se acaba la excelencia futbolística que dio brillo y porte al filial. 118 encuentros y diez goles con el segundo equipo de la entidad gaditana quedan como parte de su recuerdo; todo ello sin olvidar su papel determinante en el ascenso a Segunda B.
Lo que está sucediendo con el filial del Cádiz CF era de esperar por la edad de jugadores tan importantes, pero no por ello deja de ser doloroso. Se apaga una generación con dos ascensos y un brillo único aunque luego no se haya plasmado en el primer equipo. Llegaron tras el peor ciclo del Cádiz B en su historia y se marchan habiendo vivido todo lo contrario y situando al filial donde nunca antes estuvo.
Las redes sociales han sido refugio del adiós de estos 'chicos de oro', como muestra Jordi Tur.
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