Lo mejor y lo peor del Cádiz CF en el partido contra el Barcelona

El Cádiz CF dio la cara en el terreno del Barcelona en su primera visita de la temporada 2023-24 pero se impuso la lógica y acabó perdiendo 2-0 después de aguantar con empate sin goles casi todo el partido. Los dos tantos llegaron en los compases finales.

El conjunto amarillo compitió sin miedo frente a uno de los principales candidatos al título. Estas fueron algunas claves del choque correspondiente a la segunda jornada disputado en el estadio olímpico Lluís Companys el pasado domingo 20 de agosto:

El conjunto amarillo demostró que cuando se pone a defender es casi inabordable. Se mostró como un equipo bien trabajado primero como un 4-5-1 y después con un 4-4-2. Tapó espacios por dentro y por fuera y resistió los embates del actual campeón de Liga, que al final impuso su calidad cuando la posibilidad del empate a cero estaba cerca de convertirse en realidad. 82 minutos resistió el modesto en el campo del grande, justo cuando Pedri inventó una acción magistral con la que rompió las tablas. Ledesma había hecho grandes intervenciones pero no pudo evitar el tanto que fue determinante.

El segundo gol, el de Ferran Torres en el tiempo de prolongación, fue consecuencia del primero, con el Cádiz CF volcado a la desesperada en busca de la igualada.

Los futbolistas de Sergio González se desenvolvieron con orden, bien situados sobre el césped y con un esfuerzo colectivo que habla bien de ellos como equipo. Las opciones de puntuar pasaban en buena medida por el trabajo defensivo y se quedaron a pocos minutos de conseguir el objetivo. Hicieron sudar de lo lindo a una rival con un potencial infinitamente mayor que el suyo.

Peligro en ataque. Los amarillos no sólo se cerraron bien en su parcela sino que además pisaron el área contraria. No se olvidaron de atacar al contragolpe y amenazaron a Ter Stegen, clave en un momento determinado.

Falta de acierto en el remate. Es lo único que se le puede achacar al Cádiz CF en su primera visita del curso. Desperdició tres ocasiones clarísimas (una de Roger Martí, otra de Rubén Alcaraz y una de Chris Ramos), todas cuando aún imperaba el cerocerismo en el marcador. No hubo contundencia en la definición.

De haber dado en la diana, quizás el resultado hubiese sido de otro signo y el cuadro gaditano tendría ahora más de tres puntos a modo de tesoro después de dos capítulos. Es entrar en el juego de la especulaciones, pero con 0-1 los nervios hubiesen aflorado en el bando culé tanto sobre el tapete como en la grada.