El mercado de invierno, frío
Cádiz CF
Óscar Arias afronta el importante reto de mejorar los refuerzos de enero de las últimas dos temporadas, en las que Aketxe, en 2017, aparece como la única llegada de verdadero acierto
Cádiz/El mercado de invierno que se abre próximamente con el aliciente de mejorar la plantilla para, como el propio Manuel Vizcaíno ha dicho, aspirar a lo máximo que se pueda, no ha sido precisamente un remedio para los problemas del Cádiz de Álvaro Cervera las últimas dos temporadas. De hecho, de los seis jugadores que llegaron mediada la competición en los últimos dos ejercicios sólo, uno, Aketxe, rindió a un nivel óptimo.
En efecto, en la campaña 2016-17, la del regreso del equipo amarillo a la categoría de plata, el plantel dio un teórico salto de calidad en la estación estival al causar baja cuatro futbolistas que habían copado protagonismo en el ascenso pero que apenas participaban en Segunda, casos de Juanjo, Abel Gómez, Carlos Calvo y Mantecón, y aterrizar tres que a priori venían con la vitola de contribuir al crecimiento del proyecto, Iván Malón, Jesús Imaz y Ager Aketxe.
Sin embargo, de los tres únicamente el mediapunta vasco ofreció un rendimiento que a la postre resultó determinante para que el conjunto gaditano se clasificara para el play-off de ascenso a Primera División. Así, el canterano del Athletic de Bilbao, que llegó en calidad de cedido, disputó un total de 18 partidos, 12 de ellos saliendo como titular, hasta completar 1.159 minutos, una cifra que no está nada mal. Además, su acierto de cara a puerta, al anotar cinco tantos, al margen de corroborar su eficacia en las acciones a balón parado y el disparo desde larga distancia, se tradujo en una decisiva suma de puntos. En realidad, la sequía realizadora de Alfredo Ortuño en la segunda vuelta encontró compensación con los goles de Aketxe, un auténtico sostén cuando el Cádiz parecía que podía perder el tren de los seis primeros clasificados y que no continuó en la siguiente temporada porque económicamente la operación no era viable.
Por el contrario, la presencia de Malón e Imaz resultó casi testimonial. El lateral derecho valenciano participó en seis encuentros, cuatro de ellos en el once inicial, disputando 402 minutos, mientras que el polivalente centrocampista catalán registró los mismos números de choques jugados, con 335 minutos en su caso, y anotando un gol en la visita al Numancia. Escaso bagaje el de ambos, lo que propició que no prosiguieran en Carranza.
En cuanto al pasado curso, el 2017-18, las bajas en el mercado de invierno de Rubén Cruz y los lesionados Sankaré y José Mari fueron cubiertas con las incorporaciones de Jona, Eugeni y Fausto Tienza. Como había sucedido en la anterior campaña, el cuadro de Cervera se desfondó en el tramo decisivo, pero esta vez ninguno de los fichados en enero lo sostuvo.
Jona, que vivía su segunda etapa de amarillo después de una primera prometedora en Segunda B, intervino sobre el césped más que sus dos compañeros, con 14 encuentros, 9 como titular, y 731 minutos, pero lo cierto es que un delantero centro no puede permitirse el lujo de no marcar un gol en todo ese tiempo.
Por su parte, Eugeni disfrutó de 444 minutos repartidos en 13 partidos, de los cuales sólo en tres salió en el once inicial. Aunque anotó un tanto, sus números tampoco le valieron para continuar en la plantilla. Finalmente, Tienza fue el que menos actuó, con 172 minutos repatidos en cinco duelos, dos de ellos como titular. Lógicamente, tampoco seguiría.
Lo dicho, un balance más bien negativo en lo que se refiere a los refuerzos invernales en los dos últimos ejercicios, motivo por el que el nuevo director deportivo de la entidad afronta la apertura de la ventana como un auténtico reto. Óscar Arias es consciente de que va a contar con balas más que suficientes pero debe saber utilizarlas. Son palabras del presidente este mismo mes de diciembre.
El director deportivo no suelta prenda sobre sus negociaciones. Desde luego se ha ganado un merecido crédito con su apuesta por Sergio Sánchez, pero la reválida, el examen más duro, lo tiene ahora. El entrenador ya ha deslizado sus preferencias o necesidades del bloque, según se mire. Pretende que le traigan a un par de extremos. “Dos mejor que uno”, afirmó en su última rueda de prensa tras cerrar el año ante el Deportivo. Javi Álamo, que estaba sin equipo, lleva varias semanas trabajando con el grupo y podría ser uno de los refuerzos. Es del agrado del técnico y cumple el requisito de la demarcación. Aparte de eso, sólo rumores.
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