El método infalible (2-0)
El resultado del Cádiz-Las Palmas
El Cádiz alcanza la excelencia defensiva y somete a Las Palmas para lograr su décima victoria en 12 jornadas
Cádiz/El Cádiz CF no baja su marcha. Todo lo contrario, sigue a velocidad de crucero. Como hizo en fechas recientes, volvió a deshacerse de un rival en plena forma, esta vez Las Palmas, al que sometió (2-0) con una eficiente labor de destrucción que alcanzó la excelencia. Las imágenes del Cádiz-Las Palmas.
La receta es simple pero no puede ser más efectiva. Portería cerrada a cal y canto hasta que llega el momento del golpe de efecto. Abrió la lata por medio de Fali a balón parado en la primera parte y sentenció de penalti Álex Fernández en la segunda.
Una victoria más, diez, y nada menos que 31 puntos en el bolsillo de los 36 disputados. ¡Qué barbaridad! Y más fuerte en el liderato. El Cádiz es a día de hoy un equipo inabordable. No concede ocasiones y desespera al adversario con más calidad. Le dio la pelota a Las Palmas pero los insulares apenas tiraron.
La lógica imperó en la apuesta inicial de Álvaro Cervera, con Álex Fernández de regreso como segunda punta y la primera titularidad de Edu Ramos en lugar del lesionado Garrido.
No tardó en quedar establecido un guión que no sorprendió a nadie. El balón fue para el cuadro canario (vestido de rojo para evitar coincidencia de color) por convicción propia y también del conjunto gaditano, que no tuvo reparos para ceder el cuero a su rival.
Le costó robar a de los de casa. Salvi apareció un par de veces por la derecha pero con centros inocentes que al menos valieron para salir de la cueva. Tanta posesión de los visitantes dejó poco margen de maniobra a los locales, entregados en cuerpo y alma a la faceta de la destrucción a la espera de su momento, que acabaría llegando. La prioridad pasó por la defensa de la portería pero se olvidaron del ataque.
El duelo derivó en un monólogo de los de Pepe Mel, eso sí con nula profundidad porque si algo sabe hacer de manera automática el Cádiz es cerrar espacios. A ello se dedicó hasta que Alberto Perea irrumpió por la izquierda y sirvió un centro que se paseó por el área pequeña hasta que un zaguero desvió el esférico a córner.
Del saque de esquina, en el minuto 27, nació el 1-0. Balón aéreo colgado al interior del área y Fali saltó más que nadie para conectar un cabezazo suave pero colocado, suficiente para que la pelota se colase en la portería después de tocar en el poste. Buen día eligió el central para estrenarse como goleador cadista.
El primer lanzamiento dirigido a puerta se tradujo en gol para respiro de un equipo amarillo que por enésima vez aplicó su método. A partir de entonces comenzó otro partido, el de la defensa de la ventaja, exigua pero valiosa.
El tanto, gestado a balón parado, fortaleció a los anfitriones e hizo dudar a los rojillos, hartos de balón pero sin capacidad para poder romper la telaraña cadista. Hasta el minuto 41 no tiró a puerta Las Palmas con un disparo de De La Bella sin peligro que acabó con el cuero entre los brazos de Alberto Cifuentes, casi un espectador más en la primera parte.
El Cádiz ganó en confianza tras el tanto y hasta llegó con más frecuencia al área contraria. Alberto Perea volvió a romper por su costado en una gran acción pero culminó sin acierto poco antes del intermedio.
El descanso asomó con una renta merecida fraguada gracias al eficiente trabajo defensivo de los inquilinos del Carranza, obligados a mantener intacta su estructura en la reanudación para poder quedarse con los tres puntos.
La segunda parte se convirtió en un partido de poder a poder. Los insulares se fueron arriba sin rodeos, sin un fútbol tan elaborado como en la primera mitad, y los locales intentaron una y otra vez sorprender a la contra para finiquitar el choque. Lo hicieron con sensación de peligro.
En ese contexto aparecieron los más rápidos del lugar: Lozano, Salvi… pero faltaba el golpe de gracia. Las ocasiones brillaban por su ausencia aunque el encuentro no perdió el interés. Apretaron los canarios pero se estrellaron una y otra vez contra el muro amarillo.
El asedio de los visitantes fue en aumento y los anfitriones dejaron de conectar arriba. Todo quedó a expensas de la eficacia del entramado defensivo. El Cádiz se metió muy atrás, demasiado, y le tocó sufrir.
Cervera esperó al último cuarto de hora para mover el banquillo. La entrada de Nano Mesa e Iván Alejo propició la reubicación de Salvi en la izquierda y Álex Fernández como mediocentro.
El sufrimiento que se avecinaba quedó en nada. Cuando peor lo pasaba el Cádiz, por fin dio con la contra con la que resolvió la contienda. Nano Mesa se escapó por velocidad y asistió al interior del área a Salvi, que fue empujado por De la Bella. El árbitro no lo dudó. Penalti.
Álex Fernández definió a la perfección desde los once metros con un lanzamiento a media altura ajustado a un poste que supuso el 2-0 en el minuto 79.
Los canarios no dejaron de intentarlo pero los amarillos ya había tomado la suficiente distancia que Salvi estuvo a un paso de agrandar en la prolongación con un tiro al poste.
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