Moussa Diakité, una lección de curtimiento en el Cádiz CF: el árbitro explica la expulsión

El mediocentro tuvo una mala actuación ante el Mirandés que le servirá para el futuro

El Cádiz CF sería el líder absoluto de la Liga con el promedio de puntos con Garitano

Moussa Diakité se va al vestuario tras expulsado.
Moussa Diakité se va al vestuario tras expulsado. / Jesús Marín
J.J.N.

28 de enero 2025 - 14:41

Cádiz/El Cádiz CF se impuso (3-1) al Mirandés la noche pasado lunes 27 de enero en un ejercicio de resistencia. El conjunto amarillo se escapó en el marcador antes de la primera media hora con dos goles que dibujaron un panorama alentador, pero luego tuvo que sufrir cuando el rival acortó distancias antes del intermedio y en el arranque se la segunda parte de quedó con un futbolista menos.

En el minuto 50, el colegiado Miguel Sesma Espinosa no dudó en expulsar a Moussa Diakité en el minuto 50 por una dura entrada sobre un contrincante. El arbitró explicó en el acta que mostró la cartulina roja por "derribar a un contrario en la disputa del balón, con uso de fuerza excesiva".

El joven pivote defensivo (21 años) disfrutó una vez más de la titularidad, la cuarta consecutiva con Gaizka Garitano. Tras brillar en las citas anteriores, en esta ocasión tuvo una mala noche. En el minuto 19, con 1-0, cometió un penalti infantil al tocar el balón con un brazo en una esquina del área en plena disputa con un oponente. David Gil le echó un cable al detener la pena máxima que lanzó Panichelli.

El medio completó su mal día con la expulsión que se ganó en los albores de la segunda parte cuando pisó con los tacos el tobillo de un rival. Entró con nobleza en busca de la pelota pero no midió bien, se llevó por delante a un contrario y se tuvo que ir a vestuarios antes de tiempo.

Moussa se marchó afectado al ser consciente de que había dejado al equipo en inferioridad numérica con más de 40 minutos por delante y el marcador apretado. Lo pasó mal, con el sentimiento de culpa que suele invadir un jugador cuando es expulsado, pero al final respiró tranquilo con la importante victoria del Cádiz CF. Y, lo más importante, cuenta con el apoyo del entrenador y sus compañeros de la plantilla.

El mediocentro cometió pecados de juventud que a la postre le pueden resultar de utilidad para el prometedor futuro que le espera en el fútbol profesional. La negativa experiencia fue toda una lección que le sirve para curtirse. Le tocará descansar la próxima cita liguera por sanción (no podrá participar en el encuentro ante el Real Zaragoza de la 25ª jornada) y cuando vuelva lo hará con ganas de hacerlo bien como hasta ahora salvo el borrón ante el Mirandés. El mal trago le puede servir para dar un paso más si se lo toma como un aprendizaje.

stats