No hay excusas: el Cádiz CF no da el nivel

El conjunto amarillo no perdió ante el Osasuna por la expulsión de Alarcón

Derrota en El Sadar

Once inicial del Cádiz en el partido contra el Osasuna.
Once inicial del Cádiz en el partido contra el Osasuna. / Cádiz Cf
J.J.N.

21 de agosto 2022 - 14:22

Cádiz/El Cádiz CF no sólo pierde sus dos primeros partidos de Liga sino que además ofrece sensaciones que están por debajo de la expectativas. No parece a día de hoy un equipo de Primera División. Esa es la cruda realidad cuando el curso 2022/23 no ha hecho más que alzar el telón.

La manida frase de que ‘esto no es cómo empieza sino cómo acaba’ es un asidero cuya estabilidad depende de las tres o cuatro próximas jornadas. Sumar es una necesidad que no admite más demora.

No es la primera vez los amarillos firman un inicio sin puntos, aunque en este caso no preocupan tanto las derrotas sino la impresión de que el equipo no da más de sí.

Un mayor retraso en la producción de puntos puede colocar al Cádiz CF en el peor lugar posible de la clasificación y muy lejos del objetivo, con el estrés que siempre acompaña al perseguidor desesperado. Ir a la cola del pelotón desde el principio puede causar un considerable desgaste físico y mental.

La pregunta es si este equipo atesora argumentos para poder ganar un partido a corto plazo. Con los mimbres de El Sadar parece poco probable. El Cádiz CF no perdió en Pamplona sólo por los dos penaltis en contra (el segundo algo riguroso) ni por la tonta expulsión que se buscó Tomás Alarcón (una cartulina por protestar y la otra por una entrada tras una pérdida por un deficiente control del balón). Cuando el chileno vio la roja quedaba un cuarto de hora y el equipo, enredado en un querer y no poder, ya perdía 1-0.

El conjunto amarillo cayó en Navarra por una serie de errores groseros en las dos áreas que fueron determinantes. Pero no sólo por la falta de acierto. Se estrelló por su falta de oficio, por un centro del campo que no estuvo a la altura, unos extremos estériles, unos delanteros peleados con el gol, unos relevos que aportaron muy poco… Todos pusieron voluntad, pero hace falta algo más que el esfuerzo que ya se le supone a todos los jugadores.

Achacar la derrota a la expulsión de un futbolista en la recta final es vender una moto que no hay quien la compre. Es mejor pensar que Sergio González se muestra prudente a que se conforma con lo que tiene, porque con lo que tiene no le llega. Lo que reclame, si lo hace, se supone que será en los despachos del club. Faltan jugadores que mejoren la plantilla en plena recta final del mercado de verano.

El Cádiz CF perdió ante la escuadra rojilla porque ahora mismo no es un equipo con la solvencia requerida en Primera a la espera de que se recuperen jugadores lesionados y sobre todo a la espera de que aterricen caras nuevas que eleven el nivel.

Porque ese es el problema, que a día de hoy no hay nivel suficiente para transitar con un mínimo de garantías por la élite del fútbol español. Jugar con fuego dos años seguidos sería muy peligroso.

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