Ontiveros, maltratado en su tierra y arropado por el Cádiz CF
El atacante vivió un desagradable partido en La Rosaleda
Aprobados y suspensos de los jugadores Cádiz CF en el partido contra el Málaga: dos aportaciones decisivas

Cádiz/El Cádiz CF se rehizo de la derrota (3-0) que había cosechado en el campo del Albacete con una victoria (0-2) en Málaga el domingo 9 de marzo (trigésima jornada de Liga) que le devolvió a la buena dinámica de resultados. El empate duró casi todo el encuentro hasta los dos goles que llegaron en los instantes finales.
Javier Ontiveros estaba llamado a ser uno de los protagonistas del partido por su sobrada calidad, su rol de referente ofensivo (lleva diez goles y cinco asistencias) y el regreso a su tierra y al estadio de su equipo de origen, en el que se formó como futbolista.
El atacante, ubicado en tres cuartos, no tuvo su mejor tarde. No destapó su magia, no generó oportunidades, no se sintió cómodo con la pelota y estuvo muy vigilado. Esta vez no ejerció un papel decisivo que sí desempeñaron Matos y Melendo con su sorprendente irrupción en los últimos minutos. La mayor pitada se la llevó cuando fue sustituido.
Ontiveros no fue tratado nada bien en su tierra. Todo lo contrario. Cada vez que entró en contacto con el balón, recibió numerosos silbidos de muchos aficionados malaguistas que hay algo que no le perdonan, quizás que no se quedase en el equipo o que no volviese cuando no tenía sitio en el Villarreal y salió cedido a otras escuadras. En su día dejó un buen dinero en las arcas del Málaga cuando fue traspasado al club castellonense por unos 7,5 millones de euros en 2019.
Una de las razones por las que Ontiveros firmó por el Cádiz CF el pasado fue por estar cerca de su tierra, Marbella y Málaga, y de su gente. El cuadro costasoleño acababa de ascender de Primera Federación a Segunda y el conjunto amarillo tenía más músculo económico para hacerse con él tras su reciente estancia de cuatro años en la máxima categoría.
Ontiveros es tan malagueño (y malaguista) o más que los muchos seguidores que le menospreciaron el pasado domingo en La Rosaleda. No sólo no es profeta en su tierra sino que además es mal recibido mientras es arropado por el equipo amarillo. El entrenador, Gaizka Garitano, protegió a su pupilo después del partido con un mensaje muy claro: "A Ontiveros le queremos un montón, es de los nuestros y con él vamos a muerte siempre. Cuando juegas fuera de casa tienes que respetar que piten a los jugadores", respondió en rueda de prensa cuando fue preguntado por el
También te puede interesar
Lo último