Peligro, mano dentro del área

El Cádiz CF deberá tener más cuidado para evitar penaltis que arruinen las opciones de puntuar

Akapo (c) se lleva las manos a la cabeza en el Cádiz-Osasuna. / Lourdes De Vicente
J.J.N.

30 de agosto 2021 - 19:06

Cádiz/El Cádiz CF recibe una lección dolorosa que con el tiempo se verá si la aprende o no. Le señalaron no uno, sino dos penaltis por mano dentro del área en el partido contra el Osasuna. Y uno a favor por el mismo motivo en el área del equipo contrario.

Tres penaltis en un mismo encuentro y todos por el mismo motivo. No es habitual, aunque hay que acostumbrarse a los tiempos que corren en el fútbol. Los castigos por manos llegaron para quedarse. La pasada temporada generaron una catarata de críticas por los diversos criterios utilizados por los árbitros.

El Cádiz CF fue perjudicado por las vaivenes arbitrales la pasada campaña. En esta ocasión, en el choque contra el Osasuna, nada que objetar. Tal y como se pita de un tiempo a esta parte, tanto la mano de Carlos Akapo como la de Juan Cala son penaltis, aunque Álvaro Cervera dijo después del partido que "ni me queda claro ni lo sé. Pues a jugar y cuando lo piten, pues adelante. No lo tengo claro". Las dudas persisten y se prolongarán con el paso de las semanas.

Lo que queda claro es que una mano, o dos en este caso, puede arruinar un partido al Cádiz CF o a cualquiera. Cuando el balón tocó en el brazo derecho de Akapo, los amarillos ganaban 1-0 y parecían tener controlado a su adversario.

Y con 2-1 en el 90, cuando la victoria del Cádiz CF era casi una realidad, la mano de Cala dio un giro a un partido que tuvo un desenlace decepcionante para la parroquia local.

Cuidado con las manos. Esa la conclusión que deja la primera derrota de la temporada que quizás no se hubiese producido sin esos penaltis que desbarataron las dos ventajas que habían adquirido los amarillos.

Es harto complicado moverse y a la vez estar pendiente de los brazos, pero el contexto actual del juego obliga a los futbolistas a cuidar en la medida de lo posible las extremidades superiores.

No es fácil en el fragor de la batalla controlar los brazos ni esconderlos cuando son necesarios para tomar impulso y desenvolverse. Un elemento más de dificultad que se añade al juego. Si el balón entra muchas veces en el área, mayor es el peligro de cometer una infracción. Y el esférico se adentró muchas veces en el área cadista en el duelo de la tercera jornada de Liga.

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