Pellegrino cumple dos meses en el Cádiz CF: cifras insuficientes para la permanencia
El entrenador no consigue enderezar el complicado rumbo del equipo amarillo
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El Cádiz CF trata de sujetarse a los anclajes de la Primera División en la que quizás esté siendo la temporada más complicada desde el ascenso que consiguió en el mes de julio de 2020 en plena pandemia, con las fradas vacías de público. El domingo 24 de marzo se cumplen justo dos meses del anuncio del anuncio realizado por el club de la incorporación de Mauricio Pellegrino como nuevo entrenador.
Pellegrino se hizo cargo de plantilla en sustitución de Sergio González, destituido después de 21 encuentros de Liga en los que no pudo enderezar el rumbo de una nave que tomó una deriva preocupante después de un prometedor arranque. Aquellos dos triunfos en los cuatro capítulos iniciales no sirvieron de mucho y dieron paso a un tortuoso camino.
Cinco días después del varapalo (1-0) sufrido en el terreno del Deportivo Alavés, el club adoptó una medida drástica, la habitual en el universo del balompié cuando las cosas van mal. El negativo final de la primera vuelta (aquel revés en Granada) y el pésimo comienzo de la segunda, con dos derrotas seguidas, colmaron la paciencia de los dirigentes hasta el punto de propiciar un relevo al frente de la plantilla.
El nuevo técnico aterrizó de urgencia para liderar la reacción de un equipo al que cogió en zona de descenso y para el que contó con tres refuerzos invernales que se unieron en calidad de cedidos: Juanmi (prestado por el Betis), Diadié Samassékou (Hoffenheim) y Aiham Ousou (Slavia Praga).
Dos meses después de su llegada, los números reflejan que la situación, muy delicada, no sólo no ha mejorado sino que ha empeorado. Todo hace indicar que el problema es más profundo, más allá de un cambio de técnico.
Los resultados mandan en el fútbol y éstos no terminan de llegar a tenor de las cifras que cosecha un Cádiz CF convertido en un claro candidato al descenso.
El equipo amarillo ha experimentado una ligera mejoría en el juego y en general se muestra competitivo, pero la realidad es que no le da para salir del atolladero. Las alarmas están activadas a la espera de un paso al frente que no termina de producirse.
El recorrido de los dos últimos meses pone en evidencia el hundimiento del cuadro gaditano. Pellegrino arribó al vestuario con el equipo ubicado a solo un punto de la permanencia y dos meses después está a cinco en la misma posición que entonces: la 18ª. Y eso que la permanencia está más barata que nunca.
Los números son el espejo de la trayectoria del cualquier conjunto y los del Cádiz CF no eran buenos antes ni ahora. Pellegrino alcanza el ecuador de su estancia club con un balance de una victoria (sobre el Atlético de Madrid), cuatro empates (ante el Athletic de Bilbao, Villarreal, Celta de Vigo y Rayo Vallecano) y tres derrotas (frente a Osasuna, Betis y Real Sociedad), con cinco goles a favor y nueve en contra. En total, 7 puntos de 24 (menos de un tercio), es decir, 17 que han volado cuando sumar es una necesidad vital.
La producción del conjunto amarillo con actual míster es prácticamente igual que con el anterior. El promedio con Sergio González fue de 0,7 puntos por partido. El de Pellegrino es casi 0,9.
Esas cifras son del todo insuficientes para aspirar a una salvación que ahora está más lejos que hace dos meses. El entrenador afronta la segunda mitad de su alojamiento en el banquillo (dos meses y nueve jornada por delante) con el desafío de poder guiar al equipo a la continuidad en la máxima categoría del fútbol español. Todo pasa por elevar la producción de puntos a cotar no conocidas por el Cádiz CF esta temporada de tanto sufrimiento.
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