Una plantilla muy descompensada
Cádiz CF
A la espera de nuevos refuerzos, sobran centrales, faltan jugadores de banda y también hay 'overbooking' en la zona ancha y el ataque
Cádiz/Por si había alguna duda, el primer amistoso del verano, celebrado en Barbate este miércoles, puso de manifiesto que la plantilla del Cádiz está completamente descompensada. A día de hoy se encuentra lejísimos del ideal que se persigue de dos hombres por puesto. En algún caso concreto se cumple sin problemas la premisa, pero en la mayoría de los supuestos hay carencias y excesos. Tan malo lo uno como lo otro.
Aunque desde que finalizó la pasada campaña, con el chasco que supuso quedar fuera de la fase de ascenso a Primera División, el director deportivo del club se puso manos a la obra para confeccionar el mejor plantel posible de cara al siguiente curso, por supuesto siempre en contacto directo con el entrenador y con el presidente, lo cierto es que a Óscar Arias le queda por delante una tarea acaso más ardua que la ya completada.
Sin el menor ánimo de exagerar, la realidad es que los máximos responsables de la parcela deportiva, con el visto bueno de Manuel Vizcaíno, tendrán que afinar mucho de aquí al comienzo de la Liga y hasta la conclusión del mercado estival para equilibrar el plantel y mantener el nivel competitivo de las últimas tres campañas. El listón de los 50 puntos empieza a quedarse bajo y eso no debe escapar ni siquiera a Álvaro Cervera, por más que insista en el discurso de la lucha por la permanencia.
Puesto por puesto, la portería a priori no ha de suponer ningún quebradero de cabeza. Alberto Cifuentes y David Gil deberían continuar como los dos cancerberos del equipo. Curiosamente, en Barbate no jugaron ninguno de ellos porque tuvieron su oportunidad Juan Flere, fichado para el Cádiz B, y Cristian Arco, titular del filial que ha firmado el histórico ascenso a Segunda B.
Ya en la defensa, Isaac Carcelén y Carlos Akapo cubren el lateral derecho y sustituyen con ello a Rober Correa, no renovado y que ha fichado por el Éibar, y David Carmona, cedido al Racing de Santander.
En el eje central, en cambio, empiezan los desajustes. Para dos puestos, seis hombres: Ivan Kecojevic, Marcos Mauro, Sergio Sánchez, Fali, fichado este verano aunque ya estaba cedido por el Nástic desde la recta final del pasado curso, y los recién llegados Jean Pierre Rhyner y Juan Cala. El discurso de la polivalencia, señalando que Fali puede actuar también como mediocentro y Rhyner de lateral izquierdo, no valen porque entonces también hay que admitir que un centrocampista como Edu Ramos puede igualmente desenvolverse como central, y en ese caso ya serían siete.
En lateral izquierdo, otro problema. Pacha Espino parece indiscutible, pero la salida de Matos, cedido al Twente holandés, y la presumible marcha de Brian Olivan, prácticamente defenestrado desde hace mucho, obligan a fichar.
En la zona ancha, más de lo mismo. Cinco futbolistas para dos plazas, tres a lo sumo cuando el técnico opte por un trivote. Teniendo en cuenta que uno de los centrales, Fali, puede actuar por delante, todo indica que entre Garrido, José Mari, Álex Fernández (mediocentro para Cervera por más que el madrileño acredite solvencia sobrada para jugar en más sitios), Edu y el recién fichado Bodiger, uno al menos tendrá que cambiar de aires.
En cuanto a los costados, de nuevo dudas y más sombras que luces. En la derecha, Salvi se antoja incuestionable, pese a que la última Liga no brilló a su nivel, mientras que Nico Hidalgo, que regresa tras cesión, se antoja complicado que continúe. En la izquierda, una situación aún más grave. Tras el adiós de Jairo y Machís, la banda se queda huérfana y con la única presencia del recuperado tras cesión Alberto Perea, que para colmo no tiene el corte ni la profundidad que requiere el sistema de este Cádiz.
Por último, en ataque, siete nombres y ninguno que ilusione al cadismo como un referente para marcar diferencias. Lekic, Mario Barco, David Querol, que alguna vez ha caído a la banda derecha, Jovanovic, el fichado Caye Quintana y otros dos que regresan tras acabar su cesión, Dani Romera y Eneko Jauregi, suponen un auténtico overbooking, con el añadido de que no queda claro que alguno de los citados pueda hacer labores en la mediapunta... La sensación es que aquí deben salir muchos y llegar algunos. Pero, claro, la cruda realidad es que los delanteros buenos se cotizan al alza y eso lo complica todo.
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