Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz/La cuenta atrás del Cádiz CF 2020-21 es una realidad a falta de dos jornadas de Liga y de pocas sesiones de entrenamiento con las que despedir una temporada exitosa. Los amarillos entran en la recta final de una semana con muchos partidos y pocos entrenos; todo ello antes de echar el telón el domingo día 23, cuando se habrá acabado todo.
Después de perder en Pamplona frente al Osasuna (3-2) y de un largo desplazamiento de vuelta hasta la capital gaditana, el plantel de Álvaro Cervera se ve desde este jueves en las instalaciones de El Rosal para dar forma a la preparación del choque contra el Elche, que ha perdido el mínimo interés que podía tener cuando se ha conocido que los aficionados cadistas no podrán acceder al estadio Ramón de Carranza.
Desde este jueves, pasando por mañana viernes y el sábado serán los días fuertes para poner a punto al grupo de cara al encuentro del domingo contra los ilicitanos, quienes llegarán al Ramón de Carranza jugándose la vida porque será real la posibilidad de descender en el feudo cadista, como le sucedió en su última pérdida de categoría a Segunda División B.
Cervera apostará de nuevo por dar la oportunidad a la gente menos habitual debido a las bajas. En la sesión preparatoria de este jueves se han unido a la primera plantilla otros canteranos al margen de los que habitualmente trabajan con los profesionales. Han sido los casos de algunas promesas como Mady Diarra, Bastida y Carrasco.
Cabe recordar que el Cádiz B finalizó el pasado fin de semana, en Córdoba, su participación en la temporada 2020-21, que se ha saldado con la bajada de una categoría al no ser capaz de meter el equipo la cabeza en la nueva Primera RFEF (antigua Segunda B), por lo que le tocará jugar en la Segunda RFEF (cuarta categoría nacional que equivale a la antigua Tercera División).
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