La preocupante situación del Cádiz CF, negado en las áreas

El conjunto amarillo, tras caer ante el Alavés, no sale de la mala racha y está obligado a una pronta reacción

Un instante de tensión en el Cádiz-Alavés.
Un instante de tensión en el Cádiz-Alavés. / Jesús Marín
J.J.N.

24 de octubre 2021 - 14:22

Cádiz/Si el Cádiz CF sólo ha ganado un partido en diez jornadas de Liga es que hay algo que no está haciendo bien. Si además pierde en casa frente a un rival directo en la pelea por la permanencia, el Deportivo Alavés, que no había sumado ni marcado a domicilio es que el problema es aún mayor del que podría parecer.

Si no consigue sumar en los duelos contra los equipos de su liga (los de la zona trasera), el horizonte se llena de nubarrones porque la cuestión es a qué adversario es capaz de vencer y cuándo. Las dudas están encima de la mesa.

La racha es muy negativa. Sólo dos puntos de los últimos 15. La impresión actual es que el conjunto amarillo hace lo que puede pero la Primera División es una talla que le queda grande al menos en este tramo del curso. Para enmendarse y demostrar que sí puede codearse en la élite debe dar un giro radical que de momento no se atisba, aunque aún está a tiempo. La incógnita es si puede dar más o ese es su techo esta temporada que no se parece en nada a la anterior. La realidad del presente llama a la preocupación.

El Cádiz CF se ha metido en un enredo. Su principio fundamental es no recibir goles pero no para de ver el esférico dentro de su portería hasta el extremo de convertirse en la más perforada del campeonato: 15 dianas en una decena de jornadas, un promedio de 1,5 por partido. Sólo dejó la puerta a cero en dos envites, ambos resueltos con empate ante el Barcelona y el Valencia.

Dos le metió el Alavés, otro par el Espanyol, tres el Rayo Vallecano… Una sangría. Y cuando apuesta por el ataque, la cuesta generar oportunidades y cuando las crea no tiene la eficacia suficiente. Un embrollo. Ha marcado sólo un gol en los últimos cinco encuentros, el de Vato Haroyan en Vallecas que no sirvió para nada. Sin gol hay poco que hacer.

¿Cómo salir del atolladero? La respuesta es difícil. ¿Mantener la filosofía basada en la organización defensiva pese a que no está dando resultado o cambiar y mostrar una versión más ofensiva sin renunciar a las labores de destrucción aunque conlleve más riesgos?

La escuadra de Álvaro Cervera tiene un doble problema que está obligado a resolver en fechas cercanas para evitar quedarse atrás. La clave está en las áreas, donde se cuecen los resultados. Coincide la falta de eficiencia en uno y otro lado y las consecuencias están a la vista.

En esas zonas cercanas a la portería no anda fino el equipo, y el ejemplo más cercano es que regaló un penalti al Alavés con sólo cinco minutos de partido. Esa pena máxima lo condicionó todo. Al final hizo otro obsequio con un fallo de Ledesma continuado por Haroyan.

Entre medias, acoso sin tregua al área contraria, sobre todo en la segunda parte, aunque sin producción necesaria a la hora de la verdad. Pocas veces habrá atesorado el Cádiz CF tanta posesión de balón como en la cita con el cuadro vitoriano: un 61,3 por ciento. Pocas veces habrá realizado tantos remates: 23. Y pocas veces habrá llegado a los 14 saques de esquina que tuvo a su favor. Pero ahora no le sale nada.

El factor anímico también cuenta. La derrota ante el Alavés supone un mazazo del que debe reponerse enseguida el equipo con la ayuda el cuerpo técnico, que es el primero de debe estar convencido de poder remontar el vuelo. Le esperan el Villarreal, Mallorca y Athletic de Bilbao antes del nuevo parón liguero que se avecina en noviembre. Vencer es una misión de indudable urgencia.

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