La prueba del maltrato arbitral al Cádiz CF: el doble rasero del VAR en Balaídos y el Nuevo Mirandilla
El equipo amarillo sufre decisiones que frenan su progresión en la Liga
Vergüenza en el Cádiz CF - Osasuna: el colegiado y el VAR se saltaron la orden del jefe de los árbitros
Crónica Cádiz CF - Osasuna: sin victoria y con nuevo escándalo arbitral (1-1)
Es difícil de entender que con todo lo que hay en juego se produzcan errores arbitrales tan groseros cuando la tecnología puede ayudar evitarlos. Pero el efecto es contrario. El Cádiz CF, que no está haciendo una buena temporada, se ve frenado además en las últimas fechas por decisiones del todo injustas que cercenan las opciones de victoria que tanto necesita para poder combatir por la permanencia en la máxima categoría del fútbol español. Una cosa es lo mal que lo está haciendo el equipo (12 jornadas seguidas sin ganar) y otra muy distinta es ser empujado al abismo con criterios nada objetivos que va en contra de sus intereses.
Hay que frotarse los ojos para comprobar que la persecución arbitral que está sufriendo el Cádiz CF es real como la vida misma por increíble que pueda llegar a parecer. Queda demostrado con lo que ha sucedido en los dos últimos partidos. El maltrato es evidente mientras la masa social cadista asiste atónita a lo que muchos ven como un atraco que se repite.
Se supone que el VAR iba a ser útil para hacer justicia. No es verdad en el caso del Cádiz CF. Las pruebas están ahí. Sólo hay que echar un vistazo a los dos compromisos ligueros más recientes para ver el distinto rasero del VAR de los árbitros de campo.
En Balaídos, el Cádiz CF mandaba 0-1 en el marcador hasta que el Jesús Gil Manzano expulsó a Víctor Chust poco antes del intermedio por un levísimo agarrón sobre Iago Aspas. Más allá de si el central cometió o no falta, las imágenes dejaban claro que Chust no era último hombre y que Fali tenían posibilidades de pelear por un balón que no controlaba el delantero.
Lo normal es que el VAR hubiese corregido el tremendo error del colegiado, pero nada se sabe del papel que desempeñó desde las cámaras Carlos del Cerro Grande, conocido por perjudicar al Cádiz CF en varias ocasiones. Gil Manzano ni siquiera fue al monitor a revisar la acción y el equipo amarillo pasó de ir ganando once contra once a empatar (1-1) en inferioridad numérica.
Apenas una semana después, en el choque frente al Osasuna, el VAR sí interviene esta vez para avisar a Juan Martínez Munuera de una mano de Momo Mbaye dentro del área. Una jugada que según el criterio del jefe del colectivo arbitral, Luis Medina Cantalejo, no debe ser señalada como penalti. Es decir, con el mallorquín Mateo Busquets Ferrer al frente, el VAR intervino para cambiar el criterio y el árbitro de campo entró al trapo para sorpresa de todos. El Cádiz CF ganaba 1-0 hasta ese penalti inexistente que derivó en el 1-1 definitivo.
¿Por qué en Balaídos el VAR no actúa para corregir una injusticia y el en Nuevo Mirandilla interviene para cometer un error mayúsculo que perjudicó al Cádiz CF? Una pregunta que seguramente quedará sin respuesta porque no hay una explicación lógica.
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