La puerta de salida del Cádiz CF toma protagonismo

El primer tercio del mercado invernal de incorporaciones está a punto de cumplirse y en el Cádiz CF quedan muchos deberes por hacer. La llegada de dos refuerzos debe acelerar la 'operación salida' para aliviar la carga de efectivos y la económica que supone la primera plantilla, por el momento con una cifra elevada de integrantes.

Hay varios futbolistas que están con su nombre marcado en rojo para dejar atrás su etapa en el Cádiz CF esta temporada. Jugadores que, por una causa u otra, no pueden ni deben seguir en el proyecto. La idea es ir dando esas salidas con las mejores ventajas en el aspecto monetario. Rominigue Kouamé es uno de los que tiene más cerca cambiar de aires. Ya se sabe que desde el pasado verano, tras el descenso, el centrocampista no quiere estar en el plantel gaditano. Cuando cerró la primera ventana de incorporaciones, se quedó obligado después de una pretemporada difícil al forzar su salida con medidas que obligaron al club a apartarlo del primer equipo.

Lo peor estaba por llegar porque Kouamé protagonizó un incidente con Tomás Alarcón por el que ambos tuvieron su sanción y un tiempo sin entrenar ni jugar con el Cádiz CF. Todo ese conflicto no ha hecho más que acelerar el convencimiento de que ambos jugadores deben salir del conjunto amarillo. En el caso de Kouamé, las posibilidades son más amplias porque desde el extranjero surgen llamadas para oficializar su adiós. El jugador estaba entrando en los planes de Gaizka Garitano, jugando en los tres encuentros que lleva el preparador vasco en el banquillo, si bien hay causas más allá de lo deportivo que recomiendan que salga del vestuario del equipo.

La Major League Soccer (MLS), según apunta El Desmarque, es un destino en el que gusta el jugador de Mali, donde tiene buen cartel y desde donde podría sacarse un dinero en forma de traspaso, ya que cabe recordar que en el verano del año 2023 el Cádiz CF puso sobre la mesa unos 2,5 millones de euros para hacer con su propiedad. De ahí a que Manuel Vizcaíno trate de recuperar algo de aquella inversión que, a tenor del rendimiento del jugador y su comportamiento, resultó totalmente fallida.

El 'principal enemigo' de Kouamé en el vestuario es Tomás Alarcón, quien también tiene las horas contadas de amarillo. El chileno suma sólo 126 minutos entre Liga y Copa del Rey, después de media temporada, una cifra muy pobre que demuestra la escasa confianza que tuvo en él Paco López y que tiene ahora Garitano, con el que aún no ha jugado.

Alarcón regresó el pasado verano después de su campaña cedido en el Cartagena, donde acumuló 37 partidos entre Liga y Copa, anotando un gol. Su rendimiento gustó, y mucho, en el club murciano y esa es la baza que ahora está sobre la mesa ante la posibilidad de una nueva cesión por lo que resta de temporada. La de este centrocampista parece la salida más clara e incluso con menos dificultad para que se produzca.

También el estadio Cartagonova puede ser el destino de Antonio Cristian Glauder, que con la llegada de Iker Recio (defensa central que puede actuar de lateral zurdo) y Mario Climent (lateral izquierdo) tiene pie y medio fuera del Cádiz CF. No han rodado las cosas como esperaba el algecireño en su retorno a casa, pues su papel ha ido de más a menos hasta prácticamente dejar de aparecer por las alineaciones. El Cartagena busca un jugador de su corte y hay posibilidades de que se plasme la operación.

Otro centrocampista que también se 'tambalea' es Gonzalo Escalante. Fijo en las siete primeras jornadas de Liga, el pivote fue dando pasos hacia atrás en el once hasta que una lesión le dejó en blanco el tramo final del año pasado. Muy cuestionado por la grada, que entiende que su rendimiento debería ser mayor, casi como el de un jugador diferencial, también tiene papeletas para salir del Cádiz CF aunque igualmente en su caso se pretende recuperar algo de lo invertido para hacerse con su propiedad -algo más de 2 'kilos'-, a fin de que las cuentas acaben cuadrando cuando cierre el mercado de invierno.