Un punto insuficiente (0-0)
El resultado del Elche - Cádiz CF
El equipo amarillo, inoperante en ataque, no merece más que un empate y queda a expensas de sus rivales directos
Un empate (0-0) en el terreno del Elche le hubiese venido bien al Cádiz CF en cualquier otra circunstancia, pero el punto sumado se antoja corto, muy corto, cuando lo que vale es la victoria en la pelea por un ascenso que se complica a medida que el equipo acumula jornadas sin ganar. Cuatro partidos sin vencer y sólo un triunfo en seis encuentros. Así es muy difícil. El punto es un escaso botín, pero no mereció más.
Ni todo el arsenal ofensivo sirvió para marcar un tanto. Tanto para tan poco. Muy plano en ataque. Al Cádiz CF no le sale nada ni de una manera ni de otra. Se estrelló contra la muralla defensiva ilicitana y la buena noticia, por extraer algo, es que es la primera vez que los gaditanos acaban un partido con la portería cerrada desde el regreso de la Liga.
Una vez más queda el Cádiz CF a expensas de lo que hagan sus rivales directos. Los resultados de los demás harán bueno o malo el empate.
La alineación fue toda una declaración de intenciones. Había que ganar y para ello era necesario arriesgar a estas alturas de la película. Álvaro Cervera se decantó por los jugones hasta el extremo de juntar de inicio a Alberto Perea y Jurado, uno en la derecha, otro en la izquierda y Salvi en punta con Nano Mesa, escoltados en la media por Álex Fernández y Bodiger.
La mayor apuesta ofensiva jamás vista desde la llegada del entrenador no se tradujo, sin embargo, en la posesión de balón, que perteneció en los compases iniciales a los locales, también en modo atacante. Pero a la hora de la verdad el fútbol brilló por su ausencia.
En el minuto 10 entró en materia Salvi con una internada y centro preciso a Nano Mesa al corazón del área que abortó Josema. Primer aviso en un duelo que sobre el papel se preveía a tumba abierta, aunque no fueron pocas las precauciones en medio de un enorme desgaste físico por parte los dos bandos con todo lo que había en juego.
El equipo estaba diseñado para tener la pelota pero no terminaba de enlazar pases. Predominaron los servicios largos en busca de la rapidez de los delanteros, pero no había lugar a la sorpresa. Por mucha vocación ofensiva de unos y otros, ni un solo tiro a puerta pasado el ecuador del primer acto.
Nadie era capaz de romper los esquemas. El juego se limitaba a un encadenamiento de fallos que propiciaron un equilibrio. Una penetración de Espino (en el 27), centro incluido puso algo de salsa a tanta monotonía.
Pero fue un minuto después, en el 28, cuando se produjo una de esas acciones que levantan ampollas. Escriche pisó con los tacos a Bodiger en la disputa del balón y el árbitro castigó el jugador local con cartulina amarilla. José Mari fue expulsado tres días antes por algo muy parecido. ¿Roja a uno sí y a otro no?
Los visitantes aumentaron la presión en tres cuartos en la recta final de la primera mitad y fue en una contra en el 33 cuando por fin perforaron la portería local, aunque el gol fue anulado por doble fuera de juego, primero de Salvi en el desmarque y después de Nano Mesa en la definición tras el servicio del sanluqueño.
Sin hacer nada del otro mundo, el Cádiz CF tenía controlada la situación, sin concesiones al rival, sin errores atrás y con algún amago arriba sin llegar a golpear. Perea y Jurado no aparecieron en el primer periodo porque los amarillos jugaron en largo. Para optar al triunfo le faltaba algo más en ataque.
Ilicitanos y gaditanos lo dejaron todo para la segunda parte tras una primera en la que los únicos riesgos que asumieron fueron en la alineación. No hubo tiros a puerta en los 45 minutos iniciales más cómodos de la temporada para los dos porteros.
Nano Mesa, con problemas en un tobillo, se quedó en el vestuario tras el descanso y Álvaro Giménez tomó el relevo, aunque ubicado en la derecha y Alberto Perea como mediapunta. El Cádiz CF se movió con dos delanteros falsos, presionó arriba, pero sin llegar a robar ni conectar con peligro.
Un disparo de Tekio en el 51 no llegó a la meta porque el balón rebotó en Álex Fernández, aunque fue el primer aviso serio de los franjiverdes. La réplica la puso Perea en el 58 con una jugada habilidosa y posterior derechazo que no fue gol por una mano milagrosa que sacó San Román.
El partido se aproximaba al desenlace y los amarillos intentaron apretar arriba. Cervera refrescó con la entrada de Pombo con media hora por delante, un cambio que hizo Perea se escorase a la izquierda, con el zaragozano en tres cuartos.
Los continuos movimientos de piezas no variaron el panorama. Los anfitriones no perdieron el sitio atrás, tampoco los gaditanos en su parcela y el choque estaba abocado al cerocerismo salvo chispazo inesperado.
Lo que sí estaba garantizado era un final preñado de incertidumbre, con el Elche más entonado en la recta definitiva, aunque sin llegar a ver puerta, y un Cádiz CF que daba la sensación de apagarse, guarecido en su terreno sin ir más allá de la destrucción.
Sergio González trató de dar fortaleza a la medular en los últimos minutos, cuando el empate empezaba a parecer un mal menor.
Se asomaron a cuentagotas los visitantes en el tramo final. Un cabezazo de Pombo (en el 82) desviado fue la única señal arriba y Cervera apostó por Iván Alejo en los minutos decisivos en los que fueron los locales los que tuvieron el gol muy cerca. Un tiro de Pere Milla, en el 90, se marchó fuera muy cerca del poste.
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