Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
El resultado del Tenerife-Cádiz
Un punto más. El Cádiz CF arañó un empate (1-1) en el terreno del Tenerife en un duelo complicado en el que fue de menos a más. Cuando no es posible la victoria, el empate tiene valor cuando se obtiene a domicilio. Aunque el líder ha sumado dos de los últimos seis puntos, sigue manteniendo a diez al tercero. Todo va sobre ruedas una semana más pese a que ni mucho menos fue un partido brillante.
Cada partido es una copia calcada del anterior en su planteamiento, aunque el arranque adquirió una clara tonalidad blanquiazul. Se notó que el Tenerife estaba acuciado por las urgencias y el cuadro local apareció con frecuencia por el área contraria mientras los amarillos no terminaban de meterse en faena.
Y cuando uno sale sin la intensidad necesaria, la consecuencia no suele ser nada buena. Los gaditanos se vieron por debajo en el marcador casi sin darse cuenta, a modo de castigo por su inapetencia. En el minuto 11, Suso Santana se plantó delante de Alberto Cifuentes con una facilidad pasmosa tras fabricar una pared con Mierez y no falló en el mano a mano para poner el 1-0. Todo en un abrir y cerrar de ojos.
No es habitual que el líder sea tan condescendiente, pero una rápida acción de los canarios reventó las costuras del eje de la zaga.
El tempranero gol dejó contra la lona al equipo de Álvaro Cervera, desbordado por el centro y las bandas y sin dar la sensación de poder generar peligro.
La primera parte se jugó a lo que quiso el Tenerife, ganador en los balones aéreos y los divididos como si sus jugadores tuvieran imanes. El Cádiz no enteraba de la película, pero tuvo el empate al filo de la media hora con un remate de Choco Lozano a la cruceta en el primer tiro de los visitantes.
La cosa no pintaba nada bien por juego y merecimientos hasta que los amarillos exprimieron al máximo una acción a balón parado para restablecer el equilibrio en el marcador.
En el 35, el balón centrado al área en el saque de una falta lo prolongó de cabeza Garrido y Marcos Mauro, en el segundo palo, le ganó el pulso a Moore y cazó una volea imparable. Ortolá tocó el esférico pero no evitó el 1-1.
El tanto de la igualada fue oxígeno puro para un Cádiz que, pese a no andar nada fino, se rehizo a tiempo para llegar con tablas al intermedio y conjurarse en el vestuario. Había avería por arreglar, como las producidas por los anfitriones en la zona de tres cuartos con las irrupciones de Suso Santana y Borja Lasso.
La mejor noticia fue que el líder seguía vivo, con opción a todo en la reanudación, aunque obligado a mejorar su consistencia.
Progresó de manera adecuada el Cádiz en la segunda parte, más compacto y vertical aunque siempre alerta ante los avances de los isleños. Salvi e Iván Alejo tuvieron más profundidad y Álex Fernández apareció para asociarse y dar equilibrio.
Los locales, más necesitados, apretaron el acelerador mientras y Álvaro Cervera decidió agitar la coctelera con la apuesta por Jurado (en lugar de Iván Alejo) con media hora por delante. Salvi pasó a la derecha y su paisano partió desde la izquierda. La idea era tener el balón, poner calma y mirar a puerta. Dos disparos lejanos que no llegaron a su destino y poco más porque 15 minutos después de entrar salió lesionado. Nano Mesa ocupó su plaza.
Los amarillos se mostraron superiores en la recta final, ya con el canterano Sergio en el centro de la defensa como relevo de Marcos Mauro. Sólo faltó una acción diáfana, los centros de Salvi se estrellaron contra la defensa y Lozano tampoco tuvo clarividencia.
La última acometida fue de un Tenerife a la desesperada en los minutos finales. El Cádiz aguantó el tirón y metió un punto en el equipaje de vuelta que ahora toca hacerlo bueno en casa.
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