El rival del Cádiz CF baraja malas sensaciones
El pésimo partido del Valladolid en Elche, a pesar del empate, tiñe de pesimismo el entorno
Cádiz/El Real Valladolid solo pudo conseguir un punto de su visita al Elche, y gracias. Fue el mal menor, puesto que el conjunto blanquivioleta realizó un pésimo encuentro, sobre todo en la primera mitad, aunque logró sacar petróleo con el gol de cabeza de Olaza en el minuto 85. Es el escenario al que llega para medirse al Cádiz CF.
Es decir, que en esta ocasión la diosa fortuna decidió aparecerse a los de Sergio González para empatar un partido en el que el rival mostró más ganas, más ilusión y más mordiente. Por el contrario, la presión y el miedo atenazaron a los titulares blanquivioletas, que quedaron a merced del cuadro ilicitano.
Pero el técnico catalán mantuvo su discurso y pidió a los periodistas que no fueran "tiquismiquis" cuando le recriminaron que el equipo volviera a echarse a atrás en los últimos minutos, en lugar de aprovechar el impulso del gol para vaciarse sobre la portería contraria en busca de la victoria.
Sergio explicó que Joaquín tuvo que salir con la nariz rota y sangrando, por lo que se quedaron diez en el terreno de juego, y la sensación era que tenían que "defender el empate". Eso sí, admitió que jugando de esa manera, conseguir la salvación se iba a convertir en un reto "muy complicado".
Con los cambios, mandó un claro mensaje a Janko, que estuvo poco acertado, por decirlo suavemente, en el lateral derecho, al sustituirle por Luis Pérez. Y la salida de Hervías también llegó más tarde de lo que hubiera sido deseable, al haberse constatado de manera evidente la nula aportación de Óscar Plano.
Oscuro panorama el que se presenta ante el Real Valladolid si, como dice Sergio, el equipo mantiene esa actitud temerosa y sigue siendo incapaz de mostrar la garra necesaria para morder a todo el que se ponga por delante:Cádiz CF, Athletic, Betis, Valencia, Villarreal, Real Sociedad y Atlético de Madrid.
Si, como también ha apuntado en varias ocasiones el míster blanquivioleta, la plantilla está "unida" y "con ganas", debería verse en el césped a un equipo dispuesto a darlo todo y a mostrarse valiente y fuerte mentalmente. No es ser "tiquismiquis", es que esas cualidades no se están viendo.
Es que el tiempo se va agotando. Es que está en juego seguir compitiendo en la máxima categoría del fútbol nacional. Es que el hecho de repetir siempre el mismo mantra no lo hace real. Es que solo se han conseguido cinco victorias en la presente campaña y la afición lleva clamando al cielo desde hace ya mucho tiempo. Y es obvio que está siendo un año muy difícil, con muchos parones a causa de una pandemia global, y con demasiadas lesiones -otra cuestión que debería ser analizada-, sin público en las gradas, sin ese aliento tan necesario, pero nada de eso debería servir como excusa a un equipo que partía con mimbres.
En Pucela solo queda encomendarse a un último arreón colectivo para seguir remando juntos en esta travesía tan convulsa, que para eso la unión hace la fuerza. Y esta es la que hace falta en un tramo final de Liga en el que las palabras se vuelven más baladíes que nunca sino se traducen en acciones efectivas. La próxima prueba, el Cádiz CF.
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