El rival que deja retratado al Cádiz CF
El milagro del Mirandés, que se mantiene en la pelea por subir con el 60% de sus jugadores cedidos
El Cádiz CF acierta, resiste con uno menos y gana al Mirandés (3-1)

El Mirandés está escribiendo una de las historias más sorprendentes del fútbol español al tener serias opciones de ascender a Primera División con una plantilla donde casi el 60 por ciento de sus jugadores son cedidos -13 de 22 jugadores-, desafiando así todas las previsiones del inicio de temporada. Y más si recordamos ese 2 de junio del año pasado, cuando el Mirandés firmaba una dramática salvación ante el Amorebieta en una noche de angustia y esperanza que supuso el fin de un ciclo y el inicio de una reconstrucción arriesgada, pero brillante.
Es un escenario que retrata a muchos aspirantes al ascenso que están llamados a fracasar en el intento, como es el caso del Cádiz CF, que, tal y como han declarado sus dirigentes en infinidad de ocasiones, apostaron por una inversión y fichajes importantes que por el momento les han dado para evitar el descenso a Primera Federación. Y eso que el equipo amarillo no ha perdido esta temporada con el conjunto burgalés, ya que empató 2-2 en la primera vuelta, mientras que se impuso claramente por 3-1 en la segunda.
A vueltas con el Mirandés, otra fecha destacada fue el 1 de agosto de 2024, cuando el club no contaba con jugadores suficientes en la plantilla para poder disputar un amistoso contra el Mallorca con garantías debido a la paralización del mercado. Un mercado en el que nuevamente el club decidió apostar por su estrategia de cesiones, pero con un matiz: esta vez no solo buscaban talento joven, sino también jugadores con experiencia en la categoría. Y el resultado ha sido un bloque compacto, intenso y con hambre.
La temporada comenzó de manera irregular, fruto de la incertidumbre de un equipo corto de efectivos que fue completando la plantilla hasta el último día de cierre de mercado. Durante las primeras jornadas, el equipo mostró cierta irregularidad, sin lograr asentarse en la parte alta de la tabla.
No fue hasta la quinta jornada, con una victoria ante el Albacete, cuando logró meterse por primera vez en puestos de play-off y a lo largo de las siguientes semanas el equipo entró y salió de las posiciones de promoción. Pero todo cambió en la jornada 16, cuando venció al Castellón a domicilio por 1-3 y desde entonces, no ha salido de los puestos de promoción.
A mediados de febrero, alcanzó el liderato por primera vez tras golear 4-1 al Racing de Ferrol, y recientemente, hace tres jornadas, volvió a la cima con una victoria por 1-0 ante el Oviedo que le ha dejado como uno de los claros candidatos al ascenso.
Y todo esto con solo nueve jugadores en propiedad, de los cuales solo uno tiene contrato asegurado para la próxima temporada tras su reciente renovación, Juan Gutiérrez. Y el resto de la plantilla está formada por cedidos que han encontrado en Anduva un escenario ideal para su crecimiento.
De la temporada pasada continúa el guardameta Luis López, que no ha disputado ningún partido de Liga pero que fue partícipe de la eliminación en Copa del Rey; los centrales Pablo Tomeo y Alberto Rodríguez 'Tachi', señas del equipo en defensa; el capitán, el chiclanero Alberto Reina, titular en 31 de las 32 jornadas disputadas y autor de 5 goles y 3 asistencias; y el francés Mathias Lachuer, otro fijo en el once de Lisci.
En verano llegaron en propiedad Julio Alonso, procedente del Albacete, el veterano central Sergio Postigo que no ha podido demostrar toda su calidad por las lesiones, Juan Gutiérrez, quién ya ha renovado con los jabatos por un año más, y el veterano guardameta Raúl Fernández, otra de las señas de calidad del equipo, manteniendo 14 porterías a cero y encajando solo 26 goles.
Siguiendo con el plan de los últimos años, la dirección deportiva del club apostó con las cesiones para completar la plantilla. Sin embargo, este año las cesiones han dado un paso más y la calidad y ambición de estos jóvenes no tiene techo.
El Athletic siempre se ha fijado en el Mirandés para dar minutos de calidad a sus jugadores de Lezama y este año lo ha hecho con Hugo Rincón, lateral clave en la salida de balón y con una gran proyección ofensiva, Urko Izeta, delantero de referencia y una de las sensaciones de la temporada con 10 goles, y Unai Egiluz, central seguro que ha ganado protagonismo con el paso de los partidos.
En el caso de Izeta, su gran temporada podría abrirle las puertas del primer equipo, al menos para la pretemporada, mientras que Hugo Rincón y Unai Egiluz, por su parte, han tenido un desempeño sólido. Pero su continuidad en el Athletic dependerá de la planificación deportiva y de las necesidades del equipo en sus respectivas posiciones por lo que no se descarta que volvieran a salir cedidos.
Otra de las claves del equipo es la relación con la Real Sociedad desde donde ha llegado Jon Gorrotxategi, pivote del equipo y que supone el equilibrio total del juego que ha practicado el Mirandés esta temporada, titular indiscutible y autor de cuatro goles. También Alberto Dadie, quién no está teniendo tanto protagonismo por el buen momento de juego que atraviesan los dos delanteros. Ambos tendrían pocas posibilidades de tener un hueco en el primer equipo 'txuri urdin' pero en el caso de Gorrotxa ha demostrado que sería un buen relevo para el centro del campo.
Víctor Parada, extremo rápido y desequilibrante, clave en la ofensiva y el argentino Joaquín Panichelli, fundamental en la buena temporada y uno de los máximos goleadores de la Liga gracias a sus 15 tantos.
También han llegado otros jugadores cedidos como Iker Benito desde el Osasuna, Joel Roca desde el Girona, Alex Calvo desde el Andorra, Ander Martín desde el Burgos, Carlo García desde el Villarreal y Adrián Butzke desde el Vitoria Guimarães. Estos futbolistas han encajado perfectamente en la filosofía del Mirandés, un equipo que juega con intensidad, sin miedo y con un estilo ofensivo que ha conquistado a la afición.
Todo este entramado ha sido posible gracias al trabajo de Alessio Lisci, el técnico italiano que ha sabido gestionar un vestuario donde la mayoría de los jugadores no pertenecen al club pero la cohesión del vestuario es total.
Quedan jornadas clave, pero el sueño de Primera División ya no es una utopía, el Mirandés sigue sorprendiendo, y su historia podría tener un final dorado.
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