Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz/Las alarmas saltaron durante el transcurso de la segunda parte del encuentro entre el Girona y el Cádiz CF correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Y Carlos Akapo como protagonista involuntario.
Todos transcurría con normalidad, con el conjunto amarillo tratando de rehacerse del 2-0 que le ponía la eliminatoria muy cuesta arriba. De repente, en una acción más del juego, Akapo caía al suelo y se retorcía de dolor.
El lateral derecho se dio cuenta enseguida y rompió a llorar tumbado sobre el césped a la espera de los servicios médicos y la camilla. Lágrimas de dolor y desesperación. No podía ser, pero la dura realidad se imponía. La rodilla derecha le había hecho crack. La misma que tantos quebraderos de cabeza la había dado en su día.
El resultado acababa de pasar a un segundo plano mientras el futbolista era sacado en camilla del terreno de juego. La lesión parece grave. El propio entrenador, Álvaro Cervera, así lo dijo después del encuentro. "Tiene mala pinta, es una rodilla que tenía fastidiada hace tiempo. Hay que esperar los resultados de las pruebas", expuso el técnico.
Esas pruebas médicas a las que se refirió Cervera serán las que determinen el alcance de la lesión de Akapo. El Cádiz CF anunció que se llevarán a cabo el domingo 18 de enero.
En el mes de mayo de 2019, cuando formaba parte del Huesca (en Primera División), el ilicitano tuvo que pasar por el quirófano para ser intervenido para someterse a una remodelación del menisco externo de su rodilla derecha. Un año y medio antes, en diciembre 2017, había sido operado de la misma dolencia.
El Cádiz CF fichó al jugador el verano del aquel año (en la temporada 2019/20), aunque tardó en empezar a trabajar con normalidad y no debutó con el conjunto gaditano a mediados de diciembre. La pasada campaña, la del ascenso, sólo participó en nueve partidos, pero recuperó sensaciones tras dejar atrás aquella lesión.
En la actual temporada 2020/21, Akapo había disputado el mismo número de partidos que en el curso anterior y llevaba más minutos. Estaba disfrutando de la máxima categoría y además con momentos inolvidables, como su participación en la victoria contra el Real Madrid.
El lateral desempeñaba el rol de suplente de Iza Carcelén y sabía que los partidos de Copa suponían una buena oportunidad como trampolín para buscar minutos en la Liga. Pero todo se torció en Montilivi. La rodilla derecha le volvió a traicionar y en la expedición cadista no había demasiado optimismo sobre el alcance de la lesión.
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