La rutina de la victoria (0-2)
El resultado del Zaragoza-Cádiz
El equipo amarillo toma La Romareda con una exhibición defensiva y dos certeros golpes en la segunda mitad
El Cádiz CF sigue a lo suyo. Aniquila a todo el que se cruza en su camino. El Real Zaragoza era el único equipo invicto de la Liga hasta que se encontró con un conjunto amarillo que desplegó la enésima demostración de consistencia para sumar una nueva victoria (0-2), la octava en diez jornadas, con la que refuerza aún más el liderato.
No hay quien pueda con la fortaleza de un Cádiz CF que juega de memoria, insuperable con una férrea muralla que construye alrededor de su portería. No lo pasó bien el equipo amarillo en la primera mitad, pero en la segunda destrozó a su rival con su poderío físico y el golpeo en momentos claves.
Una semana más en modo arrollador a la espera de conocer el límite del equipo de moda en el fútbol español. Alcanzar los 25 puntos en sólo diez jornadas es una barbaridad que nadie podía imaginar hace mes y medio. Pero ahí está el Cádiz por méritos propios.
Un disparo por cada bando sin consecuencias (de Garrido y Kagawa) poco después del pitido inicial fue el preludio de un duelo de plena intensidad para el que Álvaro Cervera dispuso de su once habitual, con José Mari y Alberto Perea como novedades.
Los locales se fueron haciendo con la propiedad del balón tras los instantes de tanteo. Era el guión esperado. Tomaron la iniciativa por convicción y también por la intención de los amarillos de protegerse en su parcela y salir con rapidez a la contra.
El esférico estuvo demasiado tiempo en el terreno visitante, con todo lo que eso conlleva. Difícil evitar aproximaciones con cierto peligro. De nuevo apareció Kagawa al filo del cuarto de hora con un tiro defectuoso desde la frontal del área sin que nadie le molestase.
Poco asomaron la cabeza en ataque los amarillos, con pantalón blanco para no coincidir con el atuendo de su contrincante. Demasiada tarea en defensa frente un adversario que incorporó numerosos efectivos arriba. El que más inquietó fue el lateral izquierdo Nieto. En el 20 tuvieron cerca el gol los maños con doble intento dentro del área, el primero de Guti lo taponó José Mari y el posterior de Luis Suárez se marchó a las nubes.
La presión de los anfitriones fue en aumento y al Cádiz le costaba un mundo abandonar la cueva. Cuando lo conseguía, era para nada.
Resistieron los visitantes pese a que pasaron momentos de apuros. En el 22, Alberto Cifuentes evitó el 1-0 con una eficaz estirada tras un zurdazo de Nieto. Una nueva ocasión que avisaba de la necesidad de dar un paso al frente. Salvi y Alberto Perea anduvieron ocupados en tapar espacios, con limitadas irrupciones, como una galopada del sanluqueño en el minuto 35 que no encontró aliado. Y casi sin respiro, en el lado contrario, un misil lejano de Nieto estrelló el cuero con violencia contra el larguero.
De nuevo se libraron del gol en contra los de Cervera, que trataron de frenar el ritmo de juego del oponente con frecuentes faltas que hicieron brotar las protestas desde la grada. Lo mejor que les podía pasar era que el marcador permaneciese intacto al intermedio, como así fue.
El dominio de los aragoneses era absoluto pero los gaditanos se las arreglaron para aguantar atrás y arribar al descanso con el cerocerismo imperante después de no haber puesto el balón entre los palos de la meta de Cristian Álvarez.
El Cádiz rompió su timidez en la reanudación. El bloque dio un paso necesario para poder hacer algo más que destruir y la recompensa fue inmediata. En el minuto 56, Álex Fernández sacó de esquina, Cala prolongó al segundo palo con su pierna derecha y Choco Lozano, en boca de gol, no perdonó pese a ser estorbado por un zaguero. 0-1.
Los amarillos tradujeron el gol su primer tiro a puerta, que además llegó en una acción nacida a balón parado, y Lozano dio en la diana por tercer partid consecutivo.
Una vez más, para no perder costumbre, el Cádiz cobraba ventaja sin tener esforzarse en ataque. Quedaba lo más difícil, contener la reacción de los locales, que se apoyaron en la inspiración de Pombo. Con él sobre el césped sufrieron los visitantes. El zaragozano no acertó con un latigazo desde la ventana del área en el minuto 60 y 66 sirvió a Luis Suárez para que éste tirase alto. Cifuentes neutralizó un par de disparos lejanos del colombiano en un partido que derivó en una constante oleada ofensiva de los maños.
El asedio fue agobiante, con un equipo entero volcado sobre un área y el otro guarecido en torno a su área que no se olvidó de su manual de estilo para organizar contras letales, como la del minuto 80. Cristian Álvarez repelió un derechazo de Iván Alejo y el rechace lo recogió Salvi para ceder a Álex Fernández, quien asistió a la perfección para que Nano Mesa empujase a placer y colocase el 0-2.
El marcador pudo ser más amplio, pero Iván Alejo se topó con el acierto de Cristian Álvarez en los últimos instantes del partido.
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