¿Cuál es la situación del filial del Cádiz CF?

Fútbol | Segunda División B

Todo apunta a que el equipo no se verá afectado por un ERTE debido a que no cuenta con fichas altas.

La plantilla cumple el confinamiento con un plan de entrenamiento dividido en tres bloques.

Un grupo de jugadores del filial amarillo, durante una sesión de trabajo en El Rosal. / Fito Carreto
F. J. Díaz

08 de abril 2020 - 20:44

Cádiz/El Cádiz B también ha cumplido un mes de parálisis absoluta en su labor competitiva desde aquel triunfo sobre el Talavera de la Reina (1-0) en el ya lejano 8 de marzo. Desde entonces el segundo equipo de la entidad entrenó algunos días más hasta que definitivamente la alerta sanitaria obligó al confinamiento que aún persiste.

Mucho se ha hablado de la situación de la primera plantilla en cuanto a la aplicación de un ERTE, de lo que puede suceder si vuelve la Liga, cómo se desarrollaría ésta y cuáles serían las pautas en el trabajo diario del conjunto de Álvaro Cervera. Sin embargo, apenas ha trascendido algo sobre el destino que aguarda al Cádiz B la temporada de su estreno en Segunda División B.

El equipo tuvo que echar el telón en las instalaciones de El Rosal cuando el Gobierno anunció el primer ciclo de alerta de los que posteriormente se han ido sucediendo. Los integrantes de la plantilla del filial se fueron a casa, donde recibieron las indicaciones del preparador físico, Juan Manuel Alcedo, para llevar a cabo un plan preparatorio cada día de la semana. Un sistema de trabajo tutelado que, gracias a las actuales tecnologías, alcanzó a los futbolistas y que se divide en tres bloques. Primero un tema aeróbico y metabólico "con idea de mantener los niveles cardiorrespiratorios", como explica el propio preparador. También hay bloque de ejercicios de fuerza. "Están orientados, principalmente para el tren inferior. Pretendemos reproducir acciones reales de competición y entreno en casa, sin ningún tipo de material". Y, por último, unos ejercicios compensatorios, que "generalmente están destinados al tren superior y de la zona media del cuerpo".

Más alejada de la parcela deportiva, la plantilla del Cádiz B tiene hasta el momento la tranquilidad de que parece que el ERTE que sobrevuela el club amarillo no le va a afectar, ya que las fichas de los jugadores no son elevadas.

Otra cuestión señala al final del confinamiento y la posibilidad de volver a entrenar. Si la entidad, siguiendo las recomendaciones sanitarias, cierra a cal y canto El Rosal para el primer equipo, habrá que ver cómo efectúa el Cádiz B sus sesiones preparatorias. Todo ello si la idea es evitar una presencia masiva de personas a diario en la ciudad deportiva, lo que podría elevar el riesgo de contagios.

La grave lesión de Momo Mbaye, en mitad de la paralización

Horas antes de que se decretara la suspensión de cualquier actividad deportiva en España, Momo Mbaye, defensa central del Cádiz B, sufrió una grave lesión en un entrenamiento en El Rosal. La acción desembocó en la fractura del peroné de la pierna izquierda del senegalés, una dolencia que le mantendrá bastante tiempo alejado de los terrenos de juego. Momo Mbaye está doblemente condenado porque además de sufrir el confinamiento que afecta a toda la sociedad, en su caso tiene la pierna escayolada y su movilidad se ha visto muy reducida desde que sufrió la lesión. El zaguero se encuentra en el domicilio en el que reside en Puerto Real, a la espera de que pasen los días y vuelva un poco la normalidad para su vida y su pierna dañada. En su segunda etapa en el filial gaditano no está siendo una temporada ni mucho menos de ensueño para este futbolista en la parcela deportiva ni en la personal. Con poca participación en el Cádiz B, en muchas ocasiones por sus problemas físicos, además el jugador ha sido el centro de la polémica por la sanción que la FIFA ha metido al Cádiz, al entender que el central africano firmó con la entidad amarilla teniendo contrato con el Watford inglés.

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