La Tata Pepa y su historia con el Cádiz CF: un hijo, machismo, qué hace el día de partido...
La conocida aficionada del equipo amarillo cuenta sus vivencias
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Es el rostro más reconocible del graderío en Tribuna en el estadio Nuevo Mirandilla. Sus más de 40 años de cadismo incondicional, en cualquier categoría y ante todo tipo de rivales, la han convertido en una de las personas más conocidas de la afición del Cádiz CF. Josefa Moreno, más conocida como La Tata Pepa, atiende a los medios del club en el estadio para contar su historia.
El cadismo, según narra, nace en su interior cuando se propone acompañar a su hijo, que entonces apenas tenía diez años, a un desplazamiento. "Fui yo con él y ya, desde entonces, 'la perdimos'", cuenta la hincha cadista antes de explicar que ha llegado a "alquilar autobuses para viajar en los que venían también Brigadas Amarillas".
"Llegaron a ir a mi trabajo a apuntarse", continúa profundizando, al tiempo que aclara que "lo que salía el autobús era lo que costaba, no era por ganar dinero. Todo el mundo era igual. Después, el Cádiz CF sí ha puesto muchos autobuses y he ido a toda España. Ya no puedo ir".
Además, muestra su amor por el Cádiz CF, al que quiere "como a un hijo". "Lo que se siente por un hijo siento yo por el Cádiz CF y no quiero que le pase nada a ningún jugador", detalla antes de recordar que, hasta justo antes de la pandemia, "todos los jugadores que han estado siempre me han dado un beso al entrar y salir. Yo entraba en los vestuarios, ponía romero...".
Sin embargo, no todo ha sido agradable en sus visitas al estadio y, en sus primeros partidos como espectadora de fútbol, sufrió en sus propias carnes el machismo de la época. "Yo siempre traía todas las camisetas de ellos y me ponía la camiseta de quien jugaba, y los machistas me decían que me fuera a mi casa, a la cocina. Yo les contestaba que a la cocina se tenían que ir ellos. A mí no me iban a mandar a trabajar, porque por la mañana estaba en el Hogar del Pensionista como cocinera y, por la tarde, trabajaba como limpiadora en Asuntos Sociales del Ayuntamiento. Compadecía a sus mujeres por aguantarlos. Así los fui mentalizando, y ahora son ellos los que comentan el partido conmigo. Me animan a mí".
Por último, explica cómo es su vida en un día de partido, que inicia por la mañana "planchando la pancarta, los moños... Antes, venía una o dos horas antes para poner todo, pero estaba todo el día nerviosa. Los días de partido ni siquiera comía".
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