El temible Tenerife se cruza en el camino de la Balona

El bombo, que según los expertos se expresó en toda su gentileza dos semanas antes al emparejar a la Balona con el Amorebieta -la realidad fue muy diferente- aplicó ayer toda su vileza, al unir el futuro del conjunto que entrena Rafa Escobar con el que era, casi con total seguridad, el enemigo más temible de los que le podían corresponden en las semifinales de la fase de ascenso a la Liga adelante. No sólo se trata del potencial del Tenerife y de que su costumbre de jugar ante infinidad de espectadores minimice el 'efecto Municipal', sino de que al tratarse de un segundo clasificado el orden de extracción de las bolas determinó que los albinegros perdiesen la supuesta ventaja del factor cancha, lo que supone que el próximo domingo jugarán su primer partido en casa.

La Balompédica, por méritos propios, estuvo ayer por segunda vez esta temporada en la sede de la Federación Española de Fútbol, en Las Rozas (Madrid), para defender sus intereses en el sorteo de las fases de ascenso. De nuevo formaban la embajada albinegra el vicepresidente, Javier Baglietto, y el responsable de comunicación, Dani López, quienes, esta vez sí, tuvieron la oportunidad de departir al final con un representante de la escuadra canaria.

A la Balona, por lo tanto, tendrá que medirse con el Tenerife, un conjunto en constante ebullición que visitará primero el Municipal y que tratará de cerrar la eliminatoria en el Heliodoro Rodríguez, al que el pasado domingo acudieron más de 18.000 chicharreros para ver como eliminaba al Badalona, el primer rival copero de la Balona en la andadura que está tocando a su fin.