Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz CF
Cádiz/La resaca del final de temporada continúa para el cadismo, que se debate entre los más y los menos críticos tras lo acontecido en las últimas semanas. El varapalo que ha supuesto quedar fuera de la fase de ascenso a Primera División ofrece muchas lecturas y da lugar a todo tipo de calificaciones, con notas que en la mayoría de los casos se mueven entre el aprobado y el suspenso.
Cuatro ex entrenadores del Cádiz que coincidieron el pasado miércoles en el Ventorrillo El Chato con motivo de la entrega del premio de Radio Cádiz de la Cadena Ser al jugador más regular de la campaña, Manu Vallejo, valoran de forma dispar el curso de los hombres de Álvaro Cervera. Voces autorizadas, sin duda, por su pasado en la entidad amarilla. Luis Escarti, Manolo Lapi, Paco Baena y Antonio Calderón dan su particular punto de vista respecto a la campaña ya acabada.
Escarti, que llegó a dirigir al primer equipo en la década de los 70, no oculta su desencanto y resume su sentir con una palabra: "Decepción". "Ha sido una pena el final de temporada cuando estábamos ilusionados con la posibilidad de clasificarnos para la fase de ascenso. Aunque es verdad que el play-off se escapó en realidad en el último encuentro de Liga en Carranza, contra el Extremadura, no se puede ir como fuimos a despedir la temporada en El Molinón contra el Sporting de Gijón, ante el que había que ganar sí o sí, además de esperar al resultado del Deportivo porque habíamos dejado de depender de nosotros mismos".
"Salir en el once inicial con Fali en el centro del campo, con todos los respetos a este jugador porque en poco tiempo ha demostrado su gran profesionalidad, no lo considero un acierto, porque en estos casos hay que sacar un equipo que vaya a por el partido, y con mediocentros defensivos normalmente vas a cuidar más tu portería que buscar la del rival".
Por su parte, Lapi, que ocupó diferentes cargos en la parcela deportiva del club, como el de secretario técnico y responsable de la cantera, desgrana lo ocurrido en los 10 meses de competición sin estridencias pero con ojo crítico. "Creo que la campaña se puede dividir en tres partes bien diferenciadas. Una primera en la que, aunque no se comenzó todo lo bien que hubiese sido deseable, el equipo mostró su mejor cara y encadenó una extraordinaria racha que le llevó de ocupar puesto en la zona de descenso a meterse en la parte de arriba. Esta primera parte merece una buena nota".
"Después hay una segunda parte de la temporada en la que dejó de producir al mismo ritmo pero continuó con una buena velocidad de crucero, lo que posibilitó que se mantuviera entre los seis primeros hasta llegar a la penúltima jornada. Esta fase creo que merece sólo un regular".
"Y, por último, dos jornadas finales para olvidar, con derrotas en el Ramón de Carranza contra el Extremadura y en Gijón ante el Sporting, que nos sacaron del play-off. Obviamente, el curso no está suspendido por estas dos jornadas, pero la impresión que tengo es que si la competición hubiese continuado las cosas habrían ido todavía a peor".
Baena, ex jugador que también se sentó en el banquillo del filial como técnico y en el del primer equipo como segundo de Ramón Blanco y Cacho Heredia, no se corta a la hora de valorar la temporada. "Con Álvaro Cervera, el Cádiz parece que no es un equipo sino que son dos muy distintos. Uno, hasta alcanzar los 50 puntos, regular, fiable, que encadenó una dinámica de victorias que alejó los fantasmas de la zona baja y volvió a ilusionar al cadismo".
"Por desgracia, hay otro Cádiz que no tiene nada que ver con el anterior, el que inexplicablemente cambia como de la noche al día una vez amarrada la permanencia. En mi opinión, esta segunda parte de la temporada ha sido un auténtico desastre. Que se hayan sumado sólo 14 puntos en los últimos cuatro meses lo dice todo".
Por último, Calderón, el único de los cuatro en activo, que recientemente ha conseguido la permanencia en Segunda B al frente del Salmantino, se muestra como el más comprensivo a la hora de dar explicación a lo que ha pasado. "Entiendo que la sensación que le queda al cadismo es amarga porque durante prácticamente toda la temporada se ha ocupado plaza en la fase de ascenso y al final se te escapa de las manos. Está claro que es un golpe moral duro. Pero también hay que tener muy presente el grado de dificultad de la Segunda División, el potencial de los rivales especialmente este año, para valorar en su justa medida lo que se ha hecho".
"Sé por experiencia que la categoría es muy, muy difícil, por eso no me gusta mostrarme crítico con lo que ha ocurrido. El objetivo de la permanencia se consiguió con holgura y después no ha sido posible hacer realidad el segundo reto, el del play-off de ascenso, pero no me parece justo que por ello pueda calificarse la temporada como mala ni mucho menos".
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