Sin toque, más garra que nunca

Cádiz/El partido que afronta este domingo el Cádiz contra el Celta en el Ramón de Carranza se presenta como la primera oportunidad para dejar prácticamente certificada la permanencia en Primera División. Aunque aún queda mucha tela que cortar, la posibilidad de llegar a los 38 puntos convierte la cita en una ocasión franca para alcanzar el objetivo por el que suspira el cadismo y que se acaricia gracias sobre todo al espíritu combativo y a un eslogan (‘La lucha no se negocia’) del que toda la familia cadista presume con orgullo.

Curiosamente, cuando el campeonato liguero se adentra en su último tramo, el definitivo, cuando cada encuentro se antoja una cuenta atrás hacia la gloria, cando más que nunca será preciso que el equipo muestre las virtudes que le han hecho fuerte, las más de las veces un enemigo incómodo, Álvaro Cervera se va a ver obligado a alinear un bloque especialmente defensivo, sin la presencia de posiblemente dos de los futbolistas con más calidad de toda la plantilla.

En efecto, ante el cuadro de Vigo no podrá ser de la partida de nuevo Álex Fernández, que por problemas físicos ya se perdió las anteriores dos jornadas, saldadas con victoria frente al Valencia (2-1) y en Getafe (0-1), y además en esta ocasión tampoco podrá participar el también lesionado Alberto Perea, un futbolista diferente, alejado de lo que en teoría le gusta tanto al entrenador pero que se ha ganado sus elogios y respeto, al margen de la continuidad el pasado curso, gracias a una notable capacidad para trabajar como el que más y poner su brillantez individual al servicio del bloque.

Sin el todocampista madrileño ni el albaceteño, que ha ejercido funciones principalmente en el costado izquierdo aunque igualmente se ha desempeñado en la mediapunta e incluso en el doble pivote, al técnico no le queda más remedio que renunciar este domingo a esos destellos puntuales pero necesarios a cambio de utilizar a otros hombres que, eso sí, derrochan disciplina y briega.

El Cádiz buscará ante el Celta la salvación virtual con un equipo plagado de peones, sin los movimientos de piezas valiosas por sus variantes, pero a buen seguro convencido de la capacidad de los que salgan para seguir sumando, más adeptos a su causa de la defensa como pilar fundamental del éxito.

Jairo se perfila como principal candidato para suplir a Perea en la banda. De hecho puede que represente el único cambio, aparte el de Cala, respecto al once de Getafe. Y el tinerfeño, en realidad como cualquier otro compañero, garantiza la pelea que se requiere.