Balance de la pretemporada: Una trayectoria en línea ascendente
Cádiz CF
Tras el partido en Inglaterra, el Cádiz cierra los amistosos del verano con un bagaje discreto aunque en progresión y sensaciones positivas de los refuerzos
Cádiz/El partido de este sábado en Inglaterra ante el Burnley (0-2) puso punto final a los amistosos de pretemporada programados y disputados por el Cádiz desde que el pasado 14 de julio jugó el primero en Barbate contra el titular de la localidad jandeña (0-6). En total, nueve encuentros saldados con un bagaje discreto de cuatro victorias, un empate (con triunfo en los penaltis) y otras cuatro derrotas, si bien la imagen ofrecida en los últimos permite vislumbrar una trayectoria en línea ascendente, una progresión que invita al optimismo de cara al inminente arranque de la competición liguera, el próximo sábado en el Ramón de Carranza, desde ya mismo Nuevo Mirandilla, ante el Levante.
Las sombras, por más que los resultados importen poco en estas fechas, no tardaron en aparecer, no en vano después del estreno se produjo el primer revés en El Palmar contra el Atlético Sanluqueño (1-0), un rival que militará esta campaña en la recién creada Primera RFEF. La doble visita al Campo de Gibraltar, con éxitos frente a Balompédica Linense (0-2) y Algeciras (0-4), de la misma ya citada categoría, resultaron un espejismo porque a renglón seguido, durante la concentración en Marbella, llegaron tres tropiezos consecutivos contra adversarios más exigentes: 0-2 con Las Palmas, de Segunda División, y el Espanyol, que ha regresado a la élite, y 1-2 con el Almería, igualmente de Segunda División.
Sin duda, lo mejor de la preparación estival se guardó para el final, con las meritorias tablas firmadas ante el Atlético de Madrid (1-1) en el Trofeo Ramón de Carranza, monumental copa que diez años después se quedó en las vitrinas del club de la Tacita de Plata tras la tanda desde el punto fatídico, y con el mencionado desplazamiento a tierras británicas, duelos en los que los pupilos de Álvaro Cervera ofrecieron una grata imagen, sensaciones que le acercan al bloque que el pasado curso rubricó la permanencia con solvencia e igualando la mejor clasificación histórica del Cádiz en el fútbol español.
Al margen de los marcadores, esas luces y sombras se reprodujeron en cuanto al rendimiento colectivo de los cadistas, demasiados altibajos que llevaron al entrenador a expresar públicamente su preocupación y que quizás sirvieron como estímulo para espolear al vestuario en los dos choques de la última semana, resueltos satisfactoriamente.
Por lo que se refiere al plano individual de los integrantes de la plantilla, también lecturas positivas y negativas, con una buena nota global de los que estaban la anterior temporada y continúan en la presente, igualmente por encima del aprobado en el caso de los refuerzos y por desgracia sin llegar a ese deseado suficiente en el supuesto de los futbolistas que se mantienen en todas las quinielas para abandonar la nave.
Analizando por líneas, en la portería ha cumplido con creces David Gil, un suplente de garantías que acaparó protagonismo en la conquista del Trofeo ante el Atlético. Mientras, Juan Flere en absoluto desentonó cuando tomó parte y se confirma como tercer guardameta, desde la titularidad en el filial. Por último, Conan Ledesma regresó al once ante el Burnley, después de incorporarse tarde a los entrenos por su presencia con la selección olímpica de Argentina en los Juegos de Tokio, y todo hace indicar que estará entre los palos en el debut liguero del próximo frente al Levante.
En defensa, el lateral derecho parece perfectamente cubierto con un Iza Carcelén polivalente durante la pretemporada, al actuar también como extremo e incluso en el doble pivote, y con un Carlos Akapo en plenitud física. En el otro lateral, el izquierdo, Espino sigue siendo una garantía y el recién fichado Arzamendia se lesionó contra el campeón de Liga sin tiempo para la necesaria adaptación. En el centro de la zaga, Fali ha destacado pese a causar baja dos semanas por el Covid, de Cala y Mauro cabe esperar la misma línea que hasta ahora y el armenio Haroyan apunta buenas maneras pero aún tendrá que integrarse no sólo a un nuevo equipo sino a un fútbol de primer nivel.
En la zona ancha, José Mari, brillante hasta sufrir problemas físicos que mantienen en el aire su concuro en el estreno en Liga, Jonsson y Garrido están llamados a dar continuidad a su labor de ancla en el centro del campo. En cuanto a los dos refuerzos, el chileno Alarcón ha dejado destellos, defensiva y ofensivamente hablando, de lo que puede aportar aunque deberá amoldarse en intensidad y velocidad a un fútbol más exigente, y el jerezano Martín Calderón también ha brindado apuntes del toque de exquisitez que puede aportar al sistema.
En los extremos y la mediapunta, Salvi, Alberto Perea y Álex Fernández se confirman en sus posiciones, con golazo del albaceteño en el Trofeo y actuación notable para la autoestima del todocampista madrileño ante el Burnley. En el polo opuesto, Alejo y Pombo generan más que dudas respecto a su continuidad en el plantel.
Finalmente, en ataque, Negredo sigue siendo una auténtica referencia por la calidad que rezuma cada vez que toca el cuero, Choco Lozano ha agradado desenvolviéndose más de lo habitual pegado a la banda y el montenegrino Osmajic ha dado la razón a quienes apostaron por su fichaje al convertirse en la sensación de la pretemporada con una exhibición de potencia, fuerza, llegada y gol. Por su parte, Nano Mesa ha disfrutado y rendido de forma aceptable en sus muchos minutos pese a que partía en desventaja tras su cesión la anterior campaña, y Malbasic y Álvaro Giménez siguen sin arrancar y aparecen en todas las apuestas para desvincularse de la entidad antes de que se cierre el mercado.
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