"No visualizo muy lejos que una mujer entrene al Cádiz"
Montserrat Medina | Consejera del Cádiz CF
Integrante de la cúpula de la entidad, defiende una gestión equilibrada y sin barreras en una semana muy especial por el 8-M
Elogia "la profesionalidad y cercanía" de Vizcaíno, y pide a la afición mayor apoyo para el equipo femenino
Cádiz/Montserrat Medina Iglesias es la voz femenina de la cúpula del club. La cabeza visible de una tendencia clara al cambio que alcanza al fútbol y al Cádiz CF. Es el espejo en el que se miran otras trabajadoras del sector que históricamente han permanecido a la sombra. Montserrat Medina Iglesias es consejera de la entidad gaditana, una prueba de que se siguen saltando barreras que parecían imposible superar.
–¿Quién es Montserrat Medina Iglesias?
–Me defino como una profesional que lleva en el mundo de la dirección corporativa de compañías una trayectoria de más de 17 años en diferentes posiciones de gestión. Estudié en Cádiz, me doctoré aquí y completé mi formación con un máster en innovación y otro en administración y dirección de empresas. Todo ese bagaje me ha permitido ir adquiriendo un conocimiento de diferentes sectores en el mundo de la gestión que han confluido a que finalmente a este esté hoy aquí.
–No había una mujer en el Consejo de Administración del Cádiz desde el verano del año 2012. ¿Qué le dice ese dato?
–Me dice que algo está cambiando. Vamos a hacer la lectura en positivo, que significa que nuevamente hay una mujer en el Consejo de Administración. Es una apuesta desde la dirección estratégica del club, que impulsa esa línea. Esperemos que dure mucho y seamos más.
–¿Le parece el Cádiz un club machista dentro de un deporte que claramente sí lo es?
–En el mundo del deporte en general, y especialmente en el fútbol, venimos de una cultura realmente que se puede denominar machista o muy masculinizada; eso significa que pesa en el día a día y en la gestión. Pero, sin embargo, es cierto que no sólo a nivel del club, sino que a nivel general se está notando, de forma leve, una tendencia a que se abran las puertas de las oficinas también no solo a hombres, sino a mujeres. En el contexto de que los clubes, como cualquier entidad, están en el camino de la profesionalización. Eso da más oportunidades para que realmente haya perfiles que pueden aportar por su talento y por sus competencias en la gestión. En el mundo del fútbol se está empezando a ver esta tendencia. Es cierto que todavía no es significativa en España, donde aún estamos un poquito lejos de la comparativa con otros países. Pero el Cádiz está demostrando en los últimos años, sobre todo si lo enfocamos no sólo al mundo de la gestión, que en lo deportivo hay una apuesta por el fútbol femenino que a nivel mundial está dando mucho que hablar y creciendo. Nuestro club tiene una sección femenina que tiene mucha potencialidad; tenemos tres equipos que tienen una tendencia positiva y por ahí vamos a seguir reforzando esa posición en el panorama futbolístico.
–¿Cuál es su papel dentro de la entidad?
–Es formar parte como consejera de este club, con lo cual mis funciones son las típicas de un miembro de un consejo. No tengo una posición operativa en el club en el día a día. Fundamentalmente es participar en los foros en los que se reúne el consejo, en la dirección estratégica del club, el gobierno corporativo y en la toma de decisiones junto a los demás miembros del consejo.
–¿Se le tiene en cuenta en decisiones de peso o teme que su llegada se debiera a que el club quería quedar bien ante la galería?
–Considero que tengo mi propio peso, mi propio sitio y mi propio espacio para aportar; eso, sin duda. De lo contrario, lucharía por ello porque no voy a rendirme. Mi actitud es que han confiado en mí y yo vengo a aportar de una forma significativa.
–¿Le gustaría ser presidenta del Cádiz?
–(Risas) Vamos a ir por partes. Nunca se sabe. Al final no deja de ser una posición de muchísima responsabilidad y tiene otras connotaciones que las de un consejero. Son palabras mayores.
–¿Estadio Carranza o Mirandilla?
–Sinceramente la parte emocional nos dice que estadio Carranza, al margen de la figura que represente, el nombre te evoca a sentimiento. Tú dices Carranza, y los vellos se ponen de punta. Lo haces tuyo, lo sientes y, sobre todo, es fuerte a nivel internacional. Cuando alguien que conoce tu club nombra tu estadio, te activa un sentimiento que va más allá de lo que pudiese representar. Sinceramente mi parte emocional me dice Carranza.
–Hay aficionados que dicen que con una mujer no se puede hablar de fútbol desde el momento en que no sabe qué es un fuera de juego. ¿Qué le parece tal afirmación?
–Ha estado a la orden del día, pero por mi vivencia creo que cada vez menos, por favor. Creo que son tópicos que huelen a rancio. Le voy a contar mi experiencia; yo llevo el fútbol en la sangre a nivel personal y familiar. En mi casa se respira y se ha respirado fútbol desde que era pequeña. Yo no he llegado a jugar al fútbol, pero sí digo que desde pequeña he tenido una pasión increíble por este deporte. Mi padre me llevaba a ver los partidos de fútbol al estadio, seguía la Liga y seguía las retransmisiones deportivas. He oído muchas horas de José María García. Mi padre fue jugador de fútbol y tengo familia en Madrid que llegaron lejos en la cantera del Real Madrid. La pasión que le tengo a este deporte es uno de los motivos que me impulsa a estar vinculada a este sector.
–¿Cómo es empresarialmente el Cádiz?
–Un club muy sólido y con una reputación indiscutible. Con una afición reconocida internacionalmente que nos da toda la fuerza y el pulso para esa lucha día a día, partido a partido. Es como cualquier otra entidad.
–¿Cómo se gestiona una empresa que depende de que la pelota entre en una portería?
–Al final en el mundo empresarial hay muchos factores que influyen. Si lo extrapolamos a otro factor, las variables externas que influyen en un mercado afectan. Es cierto que en una entidad que al final la pelota tiene que entrar, hay un pequeño factor de que se alineen los astros, pero al final el mayor peso lo tiene un equipo sólido, un equipo técnicamente preparado, un equipo que efectivamente tenga una tendencia positiva. El Real Madrid pierde partidos y el Barcelona estaba abajo y de repente resurge; este sector es así. Fundamentalmente la suerte influye, pero si tienes un equipo que sigue una tendencia, que se refuerza y que, sobre todo, transmite pasión, más la afición que se suma, se tienen que dar las circunstancias para que la pelota, como usted dice, sea más fácil que entre.
–¿Cómo es Manuel Vizcaíno?
–Un profesional muy cercano, muy accesible y tiene una visión muy clara de lo que quiere para este club, que evidentemente es lo mejor.
–¿Qué le entusiasma más asistir a un partido del Cádiz en Primera o a uno del Cádiz femenino en la categoría modesta en la que milita?
–Esto es como, ¿quieres más a tu padre o a tu madre? Quiero a los dos por igual y quiero que mi equipo y mi club estén siempre en la máxima categoría. Y ahora que usted apunta al femenino, darle el impulso que necesita ya que si bien es cierto que hay una apuesta importante con tres equipos que están cada día creciendo y fortaleciéndose, nos queda un elemento muy importante: que se sientan arropados por la afición. Días pasados estuve apoyándolas y eché en falta más calor. Tuve una sensación un poco fría porque el equipo estaba jugando en casa. Estás junto a las profesionales en el campo y no estaban sintiendo ese empuje. Eso es lo que tenemos que motivar entre todos. Al final es el Cádiz, en otra categoría pero es el Cádiz. Ahí tenemos que concienciarnos y disfrutar a ese nivel.
–¿Puede ser un acicate que se mantenga el formato del Trofeo Carranza femenino?
–Absolutamente. Soy partidaria de que sea así.
-¿Se ha sentido alguna vez cuestionada en su carrera profesional por ser mujer?
–En mi trayectoria, como he tenido la oportunidad de desarrollarla en distintos sectores que son sectores industriales con una tradición grande, sinceramente no. Es cierto que como todas situaciones, al final hay afinidades, hay otro tipo de fuerzas cuando tienes una posición y te tienes que enfrentar a otro departamento; hay tensiones. Pero en mi experiencia no he tenido esa sensación. Es verdad que hay microsituaciones, pero no dejan de ser anecdóticas. Una defiende su territorio y dice 'estoy aquí'.
-¿Hay brecha salarial entre hombres y mujeres en el club?
–Es algo que no podemos obviar porque ahí están los datos. No nos lo estamos inventado porque al final haces un estudio y hay unas diferencias. Pero, insisto, cada vez esas diferencias se están reduciendo de una forma bastante rápida porque cada vez estamos tomando más conciencia. También en paralelo se están diversificando las posiciones que tradicionalmente ocupaba una mujer. Al final si hay una directora financiera en el club, pues al final tiene su rango salarial. Por no hacer la diferencia entre hombres y mujeres, al final es una cuestión de competencias más allá del dinero, y de adecuación al perfil y a las funciones, y a partir de ahí está acorde con el nivel contributivo que esa responsabilidad conlleva. Es lo deseable y todos lo sabemos. Cuanto más presente y visible se exponga, más conciencia se tendrá. Aquí no tenemos esa diferencia.
-¿Siente la responsabilidad de que otras mujeres que trabajan en el club se miren en su espejo y le vean como un referente?
-Sí que es una responsabilidad y no otros parámetros; es decir, un orgullo enorme. Aprovechando mi posición, voy a tratar en este periodo colaborar intensamente más allá de mis funciones como consejera que sigamos transmitiendo la apuesta de este club por la igualdad en todos los ámbitos. Sabemos que el Cádiz, además, es un club muy conectado con la sociedad y sus problemas; está presente en la sociedad en todas sus facetas y es un apoyo en cualquier evento. Desde mi figura, voy a provocar que eso se siga visualizando y creciendo.
-En esa cercanía del club con la sociedad, el papel de la Fundación es clave…
–Clarísimamente. Se está haciendo una labor fantástica; se están creando muchas oportunidades que nos hacen conectar con la realidad porque al final el deporte no deja de ser un reflejo o una vivencia compartida de nuestra sociedad. Todos los aficionados que vienen, tienen sus problemas y su historia. Es una forma de conectar con ellos. La Fundación está haciendo un trabajo increíble.
-¿Cuándo veremos a una mujer como entrenadora del primer equipo del Cádiz?
–No es imposible. ¿Que queda un camino? Sí. Pero no lo visualizo muy lejos. Insisto, cada vez se están eliminando más barreras. Si eliminamos esas barreras de cualquier ámbito, perfectamente es viable. De hecho cada vez se está oyendo más la participación femenina en el mundo del fútbol, y no sólo en el femenino como si fuera un cajón que se ha creado. Vamos a ser capaces de entender que ese cajón tiene que ser permeable. Competencia, talento, méritos y que se eliminen las barreras adicionales que pueda tener una mujer para llegar a una mismo posición. Hay que competir en igualdad de condiciones.
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