Una vuelta de tuerca al sistema de juego del Cádiz CF
El equipo ofrece síntomas de recuperación con un paso más en busca de victorias necesarias para la salvación
Cádiz/El Cádiz CF no terminaba de carburar. En una Liga tan exigente como la española, considerada como una de las más potentes de planeta, la consecución de los objetivos está sujeta a la acumulación de las victorias necesarias y el conjunto amarillo flaqueaba en esa faceta. De hecho, aún presenta un balance no demasiado halagüeño.
Sólo lleva dos triunfos en el primer tercio del campeonato (en 13 jornadas disputadas), pero el obtenido ante el Athletic de Bilbao en San Mamés justo antes del parón liguero abre una puerta a la esperanza. De parecer que no podía ganar a ver el cielo abierto.
Álvaro Cervera y sus futbolistas buscan la fórmula para dar el paso al frente necesario. Ya no era suficiente con encerrarse en torneo al área para proteger la portería porque la cuenta de goles en contra no paraba de aumentar. Los amarillos han dejado la portería a cero sólo en tres encuentros, aunque en el más reciente no recibió ninguno.
El sistema de juego da una vuelta de tuerca. El equipo mantiene la filosofía de la defensa como el elemento que da sentido a todo, pero con un aderezo indispensable para explorar la viabilidad de la permanencia en la élite un año más.
Y es que el Cádiz CF, como se comprobó en un escenario único como es la Catedral, adelantó sus líneas en una primera parte que si no fue la mejor de la temporada se quedó muy cerca. Un poco más de riesgo, presión un poco más alta, no esperó tanto sino fue a buscar al rival en el momento que fue posible y atacó con rapidez, sin dar tiempo a la respuesta.
Una vuelta de tuerca a un modelo que, sin renunciar a la organización defensiva, que afecta a todos los futbolistas que están sobre el césped, parece que da sus frutos. Tres partidos sin perder y el reto de encadenar triunfos para ver más lejos el sótano de clasificación.
De momento no le va mal al Cádiz CF apretar algo más arriba contrario y hasta circular el balón con criterio. En esa búsqueda de la reacción frente a los resultados negativos (el equipo estuvo dos jornadas en zona de descenso), el técnico decidió apostar por Álex Fernández como mediocentro.
Al preparador cadista no le llegaba a convencer del todo la posición de Álex como pivote. De hecho, el madrileño ocupaba mil posiciones antes que esa (en las bandas, tres cuartos e incluso de lateral derecho) hasta que el entrenador le devuelve al centro y ve que el equipo funciona.
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