A vueltas con la defensa

Cádiz CF

Álvaro Cervera recuperará para la visita del próximo domingo al Alcorcón al lateral derecho Rober Correa y al central Marcos Mauro, que tras cumplir sanción bien podrían regresar al once

Marcos Mauro controla el balón en presencia de David Carmona durante una sesión en El Rosal. / Marcos Piñero

Cádiz/El Cádiz visitará el próximo fin de semana al Alcorcón, en partido correspondiente a la 25ª jornada de la competición de LaLiga 1|2|3, con el ineludible objetivo de poner fin a una mala racha de cinco partidos sin conocer la victoria, que incluye que sólo se han amarrado tres puntos de 15 posibles, y la buena nueva que representa, especialmente para la defensa, la vuelta de dos de los tres jugadores que no pudieron disputar el encuentro del Carlos Tartiere contra el Oviedo por sanción federativa.

En efecto, Rober Correa no pudo jugar en tierras asturianas por acumulación de amonestaciones, mientras que Marcos Mauro y Jairo Izquierdo se perdieron la cita por culpa de la expulsión con tarjeta roja directa sufrida en el anterior duelo ante el Mallorca en el Ramón de Carranza. Tanto el lateral derecho como el central fueron castigados con un partido, pero al extremo le cayeron dos, por lo que tampoco estará en Santo Domingo.

La imagen de la zaga en Oviedo, pese al regreso de Sergio Sánchez, invita a pensar en cambios

Así las cosas, Correa y Mauro se postulan para pelearle la titularidad a David Carmona y Sergio Sánchez, o incluso Kecojevic, en el compromiso del próximo domingo a partir de las 12:00 horas, al mismo tiempo que amplían el abanico de posibilidades de Álvaro Cervera para confeccionar una zaga que, a decir verdad, no estuvo precisamente a la altura de las circunstancias en el varapalo encajado frente a los pupilos de Juan Antonio Anquela.

Lo cierto es que el mejor momento del curso, cuando el equipo amarillo consiguió encadenar siete triunfos consecutivos ante Lugo (1-2), Elche (5-1), Reus (2-0), Córdoba (1-3), Las Palmas (4-1), Zaragoza (0-1) y Rayo Majadahonda (1-0), coincidió con una retaguardia compuesta por Correa, Sergio Sánchez, Mauro y Brian Olivan, que se fue al traste en el siguiente compromiso, en La Rosaleda, cuando el central catalán se lesionó. Ya con el Málaga se rompió la dinámica de resultados (1-0), y aunque después se obtuvo una prestigiosa goleada sobre el Deportivo (3-0), desde entonces no se ha vuelto a vencer, con derrota en Pamplona ante Osasuna (2-1), empates con el Granada (0-0), el Almería (0-0) y el Mallorca (1-1) y nuevo revés con el Oviedo (2-1).

En el Tartiere regresaba Sergio Sánchez, pero su alineación desde el principio no bastó para reencontrar el buen camino. Ya fuera por su falta de ritmo tras cerca de dos meses inactivo, o por la ausencia de Correa y Mauro, dos de los que habían sido sus compañeros en defensa en el auge del conjunto de la Tacita de Plata para abandonar los puestos de abajo hasta alcanzar la zona noble, el caso es que no ofreció su mejor versión y ese perfil más bien discreto contribuyó a que los carbayones acabaran imponiéndose.

En realidad, exceptuando al guardameta Alberto Cifuentes, todos los hombres de detrás mostraron en Oviedo una pobre imagen, de inseguridad casi permanente, por lo que al entrenador no le queda más remedio que barajar todas las opciones a fin de recuperar la fiabilidad que permitió dejar de coquetear con el descenso y pasar a soñar con cotas incluso mayores a las de la permanencia.

El infortunio quiso que Carmona no pudiese aprovechar su oportunidad, tras debutar en la jornada inaugural y quedar relegado a un segundo plano a partir de entonces, y cometiera un grave error en el segundo gol local que le dejó retratado y perfectamente podría condenarle ahora que vuelve a estar disponible Correa. El cambio en el lateral parece cantado.

Sin embargo, en el eje de la zaga el asunto se presenta algo más complicado. Superados sus problemas físicos, Sergio Sánchez se antoja indiscutible, por calidad, por experiencia y por capacidad de liderazgo, pero la plaza del segundo central no resulta tan evidente.

Kecojevic ha demostrado su calidad desde que llegó la pasada campaña al club y además de cumplir con creces en las labores de contención siempre aporta un plus, un extra valiosísimo, en forma de peligro constante a balón parado cuando pisa el área contraria. No obstante, competiría por un lugar en el once con un Mauro que en su segunda temporada como cadista está rayando a un extraordinario nivel.

Cervera tiene todavía cuatro sesiones preparatorias por delante para tomar una difícil decisión que afecta a la solidez del bloque, un aspecto imprescindible para retomar el rumbo si se quiere seguir aspirando a pugnar por las posiciones de play-off de ascenso a Primera.

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