Cabo de Trafalgar, escenario del maremoto de 1755

Este mes de noviembre se cumple 267 años desde que un enorme seísmo frente a las costas de Lisboa provocara grandes grietas en el fondo marino y surgieran olas de hasta 20 metros de altura. Tal fue su fuerza que la costa de Cádiz se vio afectada por los efectos de la gran ola que les costó la vida a 2.200 personas.

Las enormes olas se tragaron la Chanca de Conil y también provocaron el derrumbamiento de gran parte de las murallas de Cádiz. Sin embargo, otros lugares emblemáticos como el Cabo de Trafalgar también fue testigo de aquel suceso. Actualmente, se conservan las rocas de las grandes toneladas que arrastraron las olas hasta la costa gaditana.

Cabo de Trafalgar es un enclave plagado de historia y encanto. Además de los hallazgos arqueológicos recientes que la convierten en una de las villas romanas más importantes del litoral andaluz, tras su pasado romano hubo un hecho histórico que marcó un antes y un después en la zona. El 21 de octubre de 1805 se libró la Batalla de Trafalgar entre el bloque español y francés con el inglés (capitaneado por Horatio Nelson). De hecho, los restos de las naves continúan hundidas en aguas gaditanas frente a Cabo de Trafalgar.

Sin embargo, no fue hasta 1860 cuando se construyó el Faro que hoy impera en este enclave mágico. Rodeado de dunas, aguas turquesas y fina arena, se eleva cual vigilante el Faro de Trafalgar, de 34 metros de alto. Junto a este faro, investigadores de la Universidad de Cádiz han descubierto restos arqueológicos de una fábrica romana de salazones y una necrópolis.

Esta playa salvaje presenta un pequeño islote que está unido por una doble franja de arena cuyo Faro divide ambas zonas. Cabe resaltar que es una zona protegida por ley y que el islote de Trafalgar, el tómbolo de arena y los fondos marinos fueron declarados Monumento Natural en 2001 bajo el nombre de Tómbolo de Trafalgar; integrándose en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.

Una carretera de asfalto te llevará hasta el Faro de Trafalgar, rodeada por la fina arena y sus dunas. En su recorrido encontrarás un monolito de piedra con un texto de Benito Pérez Galdós sobre la Batalla de Trafalgar. Si pensabas que caminar por la zona era algo mágico, sube hasta el Faro y podrás contemplar las mejores vistas hacia la costa gaditana.