Calas de Roche, un lugar idílico a los pies de los acantilados
En este enclave podrás encontrar hasta siete calas de gran belleza distribuidas a lo largo de la costa
La provincia de Cádiz, una de las más envidiadas de Europa
Existe un pequeño gran paraíso entre Chiclana y Conil llamado Roche que es de parada obligatoria para los amantes de la naturaleza más salvaje. Tras cruzar un extenso pinar descubrirás un camino que recorre los acantilados de Roche hasta llegar al Mirador Cabo de Roche. Durante este recorrido disfrutarás del grandioso paisaje de la costa de Cádiz, que entremezcla en su paleta de colores una amplia gama de tonos y formas, dejando una maravillosa imagen que quedará para siempre grabada en tu retina.
En este fantástico lugar la naturaleza es la principal protagonista. Gracias a las indicaciones de los paneles informativos situados en este enclave, podrás encontrar hasta siete calas de gran belleza formadas en los entrantes de los acantilados arenosos. El tramo consta de 1.800 metros de longitud y se localiza entre el Faro de Roche y la urbanización que lleva el mismo nombre. Gracias al perfil irregular, erosionado y modelado con entrantes y salientes convierten este entorno en un paisaje muy singular.
Desde la urbanización de Roche hasta la Cala del Aceite, encontrarás las diferentes calas a lo largo de la zona que sirven de resguardo de los vientos de Levante. Las primeras con las que te encontrarás son la Cala Encendida y la Cala de Roche, siendo ambas unas playas delimitadas por acantilados y rocas para quienes busquen un plan diferente. Cuando la marea está baja se puede pasar de una cala a otra por la orilla desde la zona donde se encuentra el Timón de Roche.
El resto de las calas las irás descubriendo en el límite de la urbanización, donde se encuentra el Hotel Ilunion Calas de Conil, y a través del recorrido por los acantilados de Roche. A medida que vayas avanzando encontrarás las escaleras y los diferentes accesos que te llevarán hasta las espectaculares playas que se encuentran resguardadas bajo el abrigo de los acantilados. De esta forma, descubrirás otras pequeñas calas como El Frailecillo, Cala Enebro, Cala del Pato, Cala del Tío Juan Medina y la Cala del Faro que irán apareciendo una tras otras a medida que vayas recorriendo el sendero sobre los acantilados. Al final del trayecto llegarás al faro de Cabo de Roche, que se encuentra situado a escasos metros del puerto de Conil y desde donde podrás divisar unas increíbles vistas hacia la costa de Conil.
Antes de llegar al faro de Cabo de Roche destaca sobre los acantilados un observatorio de aves que fomenta el turismo ornitológico de la zona. Desde este punto estratégico se pueden observar más de 400 especies de aves que rodean el litoral gaditano, sobre todo el tramo que comprende la playa de La Barrosa-Cabo Roche, que se considera el corredor migratorio más importante de espátulas entre la Península Ibérica y África. Como puede leerse en el panel informativo de la zona, esta Vía de Vuelo Atlántico Este concentra el paso de 10.000 espátulas comunes y desde este punto se puede observar el hermoso espectáculo natural que es su "salto" hacia África. Sin embargo, para poder disfrutar de esta visión tendrás que esperar unos meses ya que este evento sucede desde finales de julio hasta mediados de noviembre.
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