Descubre Chiclana, mucho más que playas
Hablar de Chiclana de la Frontera es hablar de una referencia nacional del turismo. Fundada en el año 1303 por Alfonso Pérez de Guzmán, Chiclana es una pequeña localidad costera que ofrece una franja prístina de arena dorada y algunos puntos de interés histórico en su pintoresco casco antiguo.
Es en el s. XVIII cuando Chiclana experimenta un gran desarrollo económico contagiándose así de la intensa actividad comercial y mercantil de toda la bahía. Se construyen en esta época casas señoriales como la del Conde del Pinar o Casa Brake.
San Juan Bautista
La Iglesia de San Juan Bautista, ubicada en la Plaza Mayor, es un templo de aspecto catedralicio que es la gran referencia del neoclásico religioso en la provincia de Cádiz.
Sacudida en su construcción por algunos de los episodios más destacados y desoladores de la historia de la ciudad, caso de la Guerra de la Independencia (las tropas francesas la utilizaron como cuartel y caballerizas), es obra (1776) de uno de los más destacados arquitectos de la época, Torcuato Cayón de la Vega.
Ermita de Santa Ana
La Ermita de Santa Ana, gran icono y atalaya sobresaliente de la Bahía de Cádiz, de su costa, marismas y poblaciones, se antoja parada obligada.
De planta ochavada y cúpula semiesférica, este templo de estilo neoclásico tiene una doble trascendencia: la arquitectónica y religiosa y, por otra parte, la paisajística y también social, ya que sus alrededores servían de lugar de encuentro de las familias, chiclaneras y visitantes.
Rincón de peregrinación y culto a lo largo de los siglos, en su interior se conserva la imagen de Santa Ana y la Virgen Niña, obra del escultor Domingo Giscardi (siglo XVIII).
Torre del Reloj
Remate de ese entorno monumental que preside la Iglesia de San Juan Bautista, es uno de los elementos arquitectónicos más singulares e icónicos de nuestro casco histórico. Conocida popularmente como Arquillo del Reloj, la historia, pese a no ser un edificio de carácter religioso, le otorgó las funciones de campanario de la Iglesia de San Juan Bautista, ya que las torres que debían albergar las campanas de dicho templo nunca fueron construidas.
Con 30 metros de altura y estructura en cuatro cuerpos de piedra ostionera (procedente del litoral), su arco fue una de las entradas a la antigua ciudad amurallada. De estilo neoclásico y culminada por una bella cúpula de azulejos y una cruz latina, su campanario, disfruta de algunas de las más bellas y representativas vistas de la ciudad.
Sus inmensas playas
La industria viñista que ha sustentado tradicionalmente la economía de la población (con excelentes vinos que pertenecen a las denominaciones de origen de Jerez-Xéres- Sherry y Manzanilla de Sanlúcar) ha ido paulatinamente dejando paso al sector turístico con un auge espectacular en los últimos años.
Posee Chiclana playas para todos los gustos, desde las típicamente familiares como La Barrosa con amplio paseo marítimo y todo tipo de servicios hasta aquellas otras más tranquilas y naturales: El Puerco, resguardada por pequeños acantilados y Punta de Piedra. La playa de Sancti-Petri resulta ideal para la práctica del kitesurf.
La Barrosa
La playa de la Barrosa ha sido seleccionada en varias ocasiones como la mejor playa de España, por distintos medios de comunicación y páginas web de viajes, y es la que ocupa la mayor parte del frente litoral de Chiclana de la Frontera.
El extremo norte de la playa, cercano al comienzo de la carretera de la Barrosa, es el lugar perfecto para disfrutar de un atardecer único con el sol extinguiéndose bajo el Castillo de Sancti Petri. De gran amplitud, la calidad de su arena fina y dorada y su escasa pendiente convierten la Barrosa en una playa familiar, donde el descanso y los juegos se compatibilizan durante cualquier hora del día.
La isla de Sancti Petri
A tan solo 15 minutos en barco desde el antiguo puerto de la costa pantanosa del Poblado Sancti Petri, al norte de la playa Barrosa, se encuentra esta minúscula isla desierta. La silueta del castillo árabe del siglo XIII se divisa desde la costa. La torre del castillo se ha restaurado en distintas ocasiones a lo largo de la historia y en la actualidad funciona como faro. Esta isla es el único resto subsistente del extremo meridional de la isla mayor de Cádiz, donde sitúa la tradición el famoso templo de Hércules fundado para el dios fenicio Melkart, visitado entre otros por Julio César y Aníbal, y hoy puede ser visitado por los turistas.
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