Cinco ‘Pueblos Blancos’ que tienes que conocer este verano
La Sierra de Cádiz posee en su Ruta de los pueblos Blancos una alternativa perfecta para los que quieren huir de la playa
Cinco sitios para refrescarse en la Sierra de Cádiz
Cádiz en verano es mucho más que sus largas playas. Una alternativa para los amantes de la montaña es visitar la Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz, una de las más bonitas de Andalucía. El camino recorre un conjunto de 19 municipios de sierra preciosos que conforman un paisaje de postal perfecto para una escapada de fin de semana en coche. Ha sido complicado, pero en este artículo te destacamos los cinco pueblos blancos más bonitos de la provincia de Cádiz.
Setenil de las Bodegas
Setenil de las Bodegas es una de las localidades más singulares de los Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz debido a su particular entramado urbano. En él, las casas se dan cabida a diferentes niveles, situándose unas bajo la roca y otras sobre ella, configurando calles cueva, miradores y rincones de una belleza extraordinaria. La localización actual de Setenil es de origen medieval, conservándose a día de hoy vestigios de su pasado almohade en el espacio de La Villa, aunque la presencia humana data desde el neolítico.
Zahara de la Sierra
Declarado Conjunto Histórico por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Zahara de la Sierra se encuentra sobre la falda de la sierra del Jaral y tiene muchas peculiaridades, como su posición geográfica sobre el embalse de Zahara-El Gastor. En su coqueto casco urbano resaltan la iglesia de Santa María de la Mesa, la capilla de San Juan de Letrán, la torre del Reloj y el puente de los Palominos.Parada obligatorio en su playita, ubicada en el área recreativa de Arroyomolinos.
Olvera
Situada en la Sierra Norte de Cádiz, Olvera se ha convertido en la Capital Rural 2021, una iniciativa impulsada por la plataforma de alojamientos rurales Escapada Rural. Declarado Conjunto Histórico, su casco urbano presenta una exquisita mezcla de herencia andalusí, arquitectura popular y belleza monumental, con sus señoriales fachadas palaciegas.
El barrio de la Villa se asienta sobre lo que era el primitivo casco de la ciudad antigua. En su trazado laberíntico y jalonado de lienzos de muralla se abren paso la iglesia arciprestal de Nuestra Señora de la Encarnación y el castillo, fortaleza musulmana del s. XII que aún conserva muros, torreones y la torre del Homenaje.
Arcos de la Frontera
Arcos de la Frontera está asentado en lo alto de una colina dominando una hoz del río Guadalete. Puerta de entrada a la Ruta de los Pueblos Blancos, Arcos está considerado uno de los pueblos más bellos de España. A través de estrechísimas y empinadas calles y bajo antiguos arcos, el visitante se aproxima a su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico, donde se conservan joyas monumentales como el castillo de los Duques (s. XV), la Puerta de Matrera (ss. XI-XIV) y los restos del recinto amurallado, sus palacios y casas señoriales, la basílica de Santa María, la iglesia de San Pedro, además de numerosos templos, capillas y conventos.
Grazalema
Grazalema se encuentra enclavada al noreste de la provincia, en la zona de reserva del parque natural Sierra de Grazalema, donde el índice de pluviosidad es el más alto de España, registrándose en el municipio más de 1962 mm de precipitación media anual. En su casco urbano, declarado Conjunto Histórico, la típica arquitectura popular se combina a la perfección con la riqueza monumental. La joya patrimonial de la villa es la iglesia barroca de Nuestra Señora de la Aurora, junto a la que se dan cita la iglesia de San José, la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, la iglesia de San Juan y las ermitas del Calvario y de los Ángeles. Famosa por sus tradicionales mantas, éstas se exponen junto a otros oficios artesanales en el museo de Artesanía Textil.
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