¿Sabías que la bodega de vinos ancestrales más grande de España está en la Sierra de Cádiz?
La revista Viajes National Geographic se fija en el primer complejo enoturístico rural de la provincia gaditana
El desconocido pueblo de Cádiz más bonito de Andalucía
En Arcos de la Frontera, uno de los pueblos gaditanos perteneciente a la ruta de Pueblos Blancos de Cádiz, se encuentra Bodegas Campestral; la bodega de vinos ancestrales más grande de España. Según destaca la revista Viajes National Geographic, en este lugar "elaboran vinos utilizando únicamente uvas, sin aditivos, intervenciones o manipulaciones, y con una pasión especial por las burbujas".
Este proyecto personal de Andrés Troya, un enamorado del vino, se desarrolla en El Encanto, un complejo turístico rural de alto nivel donde podrás encontrar la bodega y los propios viñedos. Este lugar mágico para los amantes del enoturismo se encuentra en un sitio privilegiado a las afueras de Arcos de la Frontera, concretamente a un kilómetro del campo de Gold Arcos Garden. Al ubicarse en una localización elevada se pueden apreciar unas vistas maravillosas del pantano más grande de la provincia gaditana, el Guadalcacín; y también de la propia Sierra de Grazalema y la peña donde se alza el centro histórico de Arcos de la Frontera.
Para disfrutar de esta experiencia, la Finca El Encanto, donde se encuentran las bodegas, ofrece las comodidades necesarias para desconectar de la rutina. Este complejo enoturístico rural cuenta con diez habitaciones dobles, diez suites circulares dúplex, un spa y gimnasio, una piscina exterior, un restaurante africano y un espacio interior para organizar eventos de hasta 250 personas. Para poder vivir la experiencia al completo, el complejo ofrece visitas guiadas con cata de vinos.
La producción del vino se remonta al siglo II a.C. cuando los romanos que vivían por estas tierras ya comenzaron con la explotación vinícola gracias a las buenas características de la zona. En la actualidad, desde que en 2014 Andrés Troya plantara la primera viña se obtiene "ochos vinos naturales: tres vinos tranquilos (un tinto, un blanco y un clarete), un blanco crianza bajo velo y un tinto crianza en roble francés; además de los ancestrales con burbuja natural tinto, blanco y clarete". De esta manera, desde la Finca Encanto se consigue hacer algo distinto, único y poco conocido cuyo resultado final es muy especial para el consumidor.
El entorno en el que se ubica favorece a su personalidad propia, ya que los suelos albarizos y el microclima de la zona, próxima al pantano de Guadalcacín, la Sierra de Grazalema y el valle del Guadalquivir, se refleja en la exquisitez de un vino con propiedades únicas y distinguidas.
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