La cala de Cádiz que tiene nombre de animal, aguas cristalinas y está rodeada de acantilados
Este enclave de la costa gaditana es uno de los más recónditos y tranquilos
Conil atesora unas pequeñas calas repartidas por su litoral, rodeadas de grandes acantilados
Una cala de Cádiz para decir adiós a septiembre de 2024
El litoral gaditano está bañado por magníficas playas salvajes y urbanas para disfrutar del mar de muchas maneras. Los hay que las prefieren sin servicios, para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor; y otros las prefieren más accesibles para poder pasear y saborear la gastronomía gaditana en sus chiringuitos y bares más cercanos.
Sin embargo, a lo largo de la costa gaditana podrás encontrar pequeños rincones muy especiales para disfrutar de momentos de calma prácticamente sin gente. Un lujo que solo se puede disfrutar en algunas calas repartidas por el litoral y en temporada baja.
Uno de los lugares de la Costa de Cádiz que atesoran unas maravillosas calas es Conil de la Frontera. Este municipio gaditano puede presumir de albergar unas pequeñas calas rodeadas de acantilados donde disfrutar de aguas turquesas y cristalinas con absoluta tranquilidad, ya que apenas hay bañistas.
En esta ocasión nos fijamos en la Cala del Pato, una maravillosa y pequeña cala de Roche que le debe su nombre a una gran roca que tiene forma de pato. Es habitual acceder a ella desde la Cala El Frailecillo cuando la marea está baja. De hecho, es una de las más recónditas y con un acceso más complejo. Durante los días de levante es una de las mejores para refugiarse del viento, ya que está protegida por las rocas y los acantilados de Roche.
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