El Castillo de Sancti Petri, una fortaleza flotante de Andalucía que atesora las historias y leyendas más fascinantes
Este mágico lugar fue uno de los santuarios romanos más importantes
Ruta por los búnkeres de la Costa de Cádiz: Una muralla fortificada que vigila el Atlántico

Allá en el horizonte, flotando sobre el oleaje del Atlántico y siendo testigo de los más bellos atardeceres, luce el Castillo de Sancti Petri. Contemplarlo desde la Punta del Boquerón (San Fernando) o desde la playa de La Barrosa (Chiclana) es un verdadero espectáculo, más aún si lo haces durante la puesta de sol.
La prestigiosa revista National Geographic se ha hecho eco de las historias y leyendas más fascinantes que se ocultan tras este mágico lugar. Siguiendo las informaciones de El Sumario de las antigüedades romanas que hay en España de Juan Agustín Ceán Bermúdez (1832) se ha revelado que: “En la extremidad oriental de la isla, junto al islote de Sancti Petri, estaba el famoso templo de Hércules, cuyos cimientos y paredones se descubrieron el año de 1730 en una extraordinaria bajamar; y en otra de 1748 se sacaron de entre estas ruinas preciosos fragmentos de estatuas y otras antiguallas”.
Uno de los templos más importantes
Históricamente se señala como uno de los templos más importantes y afamados de la Antigüedad: el Templo Melqart-Hércules. Cuenta Turismo de Andalucía que “en este templo estaba enterrado Hércules, mítico fundador de Cádiz, a la que llegó para realizar uno de sus doce trabajos: el robo de los toros del rey Gerión de Tartessos, al que mató durante la realización de la hazaña. Además de los restos de Hércules, el Heraklion contenía importantes reliquias, como el cinturón de Teucro o el árbol de Pigmalión”.
Es más, añade National Geographic que “hasta aquí llegó Aníbal para ofrecer al dios sus votos antes de emprender la conquista de Italia y que, en él, Julio César tuvo el sueño de su futuro dominio del mundo, algo que le sirvió de consuelo tras haber llorado ante el busto de Alejandro Magno”.
Un lugar estratégico en la costa
Este santuario romano comenzó a sufrir ataques y destrucciones a lo largo de los años. Su ubicación estratégica le llevó a convertirse en una torre-atalaya a partir del siglo XVI y en un baluarte defensivo contra los piratas en el siglo XVIII. Objetivo también del ejército francés durante la Guerra de la Independencia.
De este pasado mitológico y bélico, quedan las historias fascinantes que oculta este mágico lugar. Tras ser declarado Bien de Interés Cultural en 1993, el Castillo de Sancti Petri recuperó la esencia de este histórico enclave. A día de hoy se celebran conciertos y eventos durante el verano y es posible llegar hasta él con embarcaciones desde San Fernando o Sancti Petri; o haciendo una ruta en kayak.
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