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La sierra de Cádiz cuenta con lugares privilegiados donde la historia juega sus mejores cartas. Estos municipios gaditanos se convierten durante el otoño y el invierno en lugares de refugio para desconectar y descubrir nuevos intereses. Los pueblos blancos de la sierra gaditana atesoran un legado histórico y patrimonial un legado histórico y patrimonialque no pasan desapercibidos por el visitante, así como la belleza de un entorno natural único que permite descubrir los más bellos rincones de la provincia gaditana.
Si hay algo que despierta la curiosidad del visitante son las fortalezas históricas que se reparten por las distintas localidades gaditanas. La provincia puede presumir de un legado arqueológico y patrimonial único que cada año conquista al visitante. Si decides hacer una ruta por los pueblos blancos de Cádiz descubrirás que existen verdaderas joyas históricas como el Castillo de Fatetar, que se encuentra en Espera.
Este pueblo gaditano está situado a una altitud de 164 metros y a 82 kilómetros de la capital gaditana. A simple vista se puede apreciar que desde lo alto del cerro se eleva un tesoro muy especial, el Castillo de Fatetar, que custodia Espera desde las alturas. Tanto es así, que su situación privilegiada permite divisar unas increíbles vistas de la sierra gaditana desde este enclave histórico que domina el pueblo gaditano.
Probablemente este castillo sea uno de los menos conocidos de la provincia de Cádiz. De hecho, sus orígenes no están claros ya que no se han realizado excavaciones que concreten la época exacta a la que pertenece. Aún así, "se han encontrado pequeñas láminas de sílex que probablemente sean del Neolítico", apuntan las informaciones del Ayuntamiento de Espera. Sin embargo, esta plaza fue reforzada por los íberos y de esta época se conserva un amuleto con forma de colgante de barro.
Son muchas las informaciones que tratan la historia de este espectacular castillo. Seguramente el misterio que se esconde sobre sus orígenes sea una de las razones por las que despierta un gran interés entre los visitantes. Siguiendo los datos aportados por el Ayuntamiento de Espera en su web, algunos autores sitúan los cimientos de este castillo en la época romana, ya que han aparecido trozos de cerámica, monedas e incluso un trozo de coraza de unas estatuas en las laderas. Aunque, también es probable que otras civilizaciones, como los visigodos, hicieran de este enclave mágico su fortaleza ya que se han encontrado restos de aquella época: "como una piedra con decoración visigoda que se encuentra en la cripta de la iglesia parroquial".
También se estima que esta fortaleza histórica jugó un papel importante durante la ocupación musulmana, ya que algunos historiadores musulmanes hablan de una vía de comunicación que pasaba por Espera. De hecho, algunas informaciones apuntan que Abderramán III mandó a construir el castillo en el año 914 sobre las ruinas de una construcción visigoda ya existente. De la dominación musulmana quedan restos como la Torre del Homenaje, una ventana ciega en forma ojival enmarcada en un alfil y restos de murallas y paredes. Lo que sí queda constancia es que este enclave histórico sirvió de fortaleza defensiva en la frontera entre los territorios cristianos y árabes junto con otros castillo de la sierra de Cádiz. Actualmente es propiedad de la Iglesia Católica y fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento. El castillo se encuentra en estado de ruina consolidada y es de acceso libre.
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