Siete inolvidables selfies

Shana Alexander (1925-2005), periodista estadounidense que se convirtió en la primera mujer escritora y columnista de la revista Life, decía sobre las vacaciones y los viajes: "No es realmente descanso o incluso ocio lo que perseguimos. Nos esforzamos por renovar nuestra capacidad de asombro, de sorprendernos una vez más". Y eso es, precisamente, lo que provoca algunos de los rincones de la provincia de Cádiz en el visitante: una fascinación que se transforma en un flechazo en toda regla. Y, ¿qué mejor forma que recordarlos para siempre inmortalizándolos con un selfie? El inolvidable telón de fondo ya está, solo hace falta poner la mejor de las sonrisas.

Aguas turquesas, puestas de sol inolvidables, playas de arena blanca, pueblos asombrosos y lugares únicos son algunos de los mejore sitios para hacerse un selfie en Cádiz. Esta es una selección de siete escenarios de ensueño. Hay muchos, muchos más.

1. Mirador del Estrecho

Situado al nordeste de Tarifa y a tan solo seis kilómetros de esta ciudad, se encuentra el Mirador del Estrecho, que con una altitud de 300 metros proporciona unas vistas espectaculares de los 14 kilómetros que separan Europa de África y donde se unen el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.

Las imponentes montañas de Marruecos al fondo, el color azul turquesa de estas aguas y el continuo paso de barcos de todo tipo por el Estrecho es el fondo ideal para el selfie ¿qué más se puede pedir?

2. Playa de Valdevaqueros

Este magnífico arenal votado por los lectores de la revista Traveler como la Mejor playa de España en 2021 es una parada obligada en esta original ruta. Con 4 kilómetros de longitud y 120 metros de ancha, tiene unas impresionantes vistas a África y una no menos impresionante duna de decenas de metros en continuo crecimiento.

Además, aquí, debido a que constantemente azota el viento de levante, el deporte rey es el kitesurf. Por este motivo, este maravilloso selfie quedará perfecto con la imagen de su cielo inundado por cientos de cometas.

3. Setenil y su ruta del amor

En Cádiz el amor fluye. Y Setenil de la Frontera, ese pueblo considerado de los más bellos de España donde las casas conviven con las rocas, tiene su propia ruta dedicada a este noble sentimiento, que transcurre por su centro histórico con una propuesta interurbana por calles cuevas y rincones pintorescos. De tal forma que el visitante podrá fotografiarse por rincones con leyendas como ‘Susúrrame al oído’, ‘Andábamos para encontrarnos’, ‘Bésame en este rincón’ o ‘Lo mejor de Setenil está aquí… y eres tú’. Sin duda, son selfies para los románticos empedernidos.

4. Parque Natural de La Breña

Un sendero que une la playa de la Hierbabuena con la de Los Caños de Meca ofrece una de las vistas más espectaculares de la provincia de Cádiz. El acantilado del Tajo o de Barbate, con algo más de cien metros sobre el nivel del mar, es una espléndida muestra de las fuerzas de la naturaleza, en este caso la erosión que provoca el mar en el continente.

Justo en las inmediaciones de la torre del Tajo, hay una almenara construida en el siglo XVI, cuyo mirador lleva a conocer de primera mano este increíble espacio protegido, con una extensión de pinares que ocupan casi 5.000 hectáreas y una franja de siete kilómetros de longitud frente al mar con tres de ancho. Y al fondo, el impresionante Faro de Trafalgar. Tanto desde aquí como desde la Playa de Los Caños, los selfies durante la mágica caída del sol son inigualables.

5. Puntos mágicos de Chiclana

Chiclana cuenta con una ruta denominada los Siete Puntos Mágicos, que aúna las mejores vistas del municipio con su historia. Colina de Santa Ana, Loma del Puerco, Templo de Hércules, Salinas, Miralmar, El Carrascal y La Espartosa son los nombres de estos importantes espacios.

Uno de ellos: el del Templo de Hércules es un pequeño balcón natural desde el que se divisa uno de estos enclaves envueltos de belleza y cargados de historias que, incluso, cuentan los libros, llegó a oír las voces de Aníbal, Julio César o Hércules: el Castillo de Sancti Petri. No cabe duda de que se trata del mejor escenario para conseguir un fondo para ese selfie de unas vacaciones inolvidables.

6. Miradores de Arcos de la Frontera

Considerada una de las localidades más bellas de España y puerta de entrada de la famosa ruta de los Pueblos Blancos, Arcos de la Frontera destaca por sus calles estrechas que recuerdan su pasado musulmán y el reino de taifa que marcó su arquitectura, pero también por su impresionante ubicación.

Y es que este municipio gaditano es perfecto para aquellos que aman los selfies que quitan el hipo. Emplazado sobre una peña, cortada por un impresionante tajo, desde Arcos se domina una espléndida panorámica. Por este motivo, uno de sus muchos atractivos son sus miradores: lugares estratégicamente situados para dejar sin aliento al visitante y que ofrece una postal tras otra para llenar la tarjeta de memoria.

7. Olvera

El solo hecho de tomar un selfie en Olvera hace que valga la pena visitarlo. Situado en las inmediaciones del Parque Natural de Grazalema, este pueblo blanco con unos 9.000 habitantes y de origen musulmán, cuenta con un casco histórico y un paisaje natural que nadie querrá dejar de fotografiar.

Casas encaladas, callejuelas laberínticas y empinadas y bellísimas casonas señoriales desembocan ante dos obras maestras de las que presume este municipio: la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Encarnación y el Castillo, construido por los nazaríes a finales del siglo XI. Sin duda, Olvera es el mejor escenario para tener un recuerdo de la ruta de los Pueblos Blancos.