Los pueblos más bonitos de Cádiz
Playa o montaña, la provincia ofrece al viajero lugares mágicos que hay que descubrir si vienes en verano
Calles de Cádiz que tienes que visitar este verano
Cádiz es uno de los destinos turísticos más elegidos cada verano. A sus kilométricas playas se le suma la grandiosidad de sus cascos históricos, que esconden siglos de historia. Los viajeros llegan a nuestra provincia buscando la relajación de la costa, el disfrute de la gastronomía o la tranquilidad de la montaña. Por ello, es complicado, pero hemos elaborado una pequeña lista con los pueblos más bonitos de Cádiz que no debes dejar de visitar este verano.
Conil
Aunque la mayoría de los visitantes que aterrizan en estas latitudes cada año lo hacen atraídos por sus inmensas playas de arena blanca, Conil tiene mucho más con lo que embaucar al viajero. Su patrimonio histórico es muy extenso, incluyendo obras como la Iglesia de Santa Catalina de Alejandría, la Torre de Guzmán, las Torres Almenaras de la Costa, la Ermita del Espíritu Santo, la Ermita de Nuestra Señora María Auxiliadora, la Puerta de la Villa o el antiguo mercado, entre muchísimas otras. Se pueden visitar también el Museo de Raíces Conileñas y el Museo del Atún.
En el entorno de Conil de la Frontera hay parajes naturales tan bonitos como los Pinares de Roche, destacando también la localidad por sus atractivas playas y calas, entre ellas la Playa de los Bateles, la Playa de la Fuente del Gallo, la Cala del Aceite o las Calas de Quinto y Camacho.
Vejer de la Frontera
Hablar de Vejer es hablar de uno de los pueblos más bonitos de Andalucía y España. Un emplazamiento de callejuelas laberínticas y patios nazaríes que te cautivarán. Empezamos la ruta por la Plaza de España, un lugar con mucho ambiente donde hubo eventos taurinos durante el S.XVI y XVII, de paseo imprescindible, con múltiples opciones para comer e incluso alojarse.
Llegamos a la Cobijada, monumento a la mujer que se cubría parte de su rostro con un manto de color negro y solo dejaba a la vista un ojo izquierdo. La Cobijada también hace referencia a ese traje típico y tradicional de Vejer de la Frontera que desde 1976 se utiliza en fiestas patronales y se ha convertido en todo un símbolo, pudiendo intuirse por todas las calles, iglesias y plazas. Y para acabar, tras pasear por la Judería y conocer algunos de sus monumentos, uno no debe abandonar Vejer sin acercarse a otro de los símbolos por excelencia de la ciudad, los Molinos de Viento, antiguos molinos de agua.
Setenil de las Bodegas
Setenil de las Bodegas es una de las localidades más singulares de los Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz debido a su particular entramado urbano. En él, las casas se dan cabida a diferentes niveles, situándose unas bajo la roca y otras sobre ella, configurando calles cueva, miradores y rincones de una belleza extraordinaria. La localización actual de Setenil es de origen medieval, conservándose a día de hoy vestigios de su pasado almohade en el espacio de La Villa, aunque la presencia humana data desde el neolítico.
Visita obligada es pasear por Las Cuevas del Sol. Se trata de un verdadero reclamo turístico, pues las casas están construidas en las mismísimas rocas. Fondo de muchas fotos en la serranía gaditana, por sus características casas enclavadas en la montaña, cuenta desde hace unos años con una gran afluencia turística debido a su aparición en numerosas listas de lugares más singulares y espectaculares del mundo. Sin embargo, esta no es la única calle que ver en Setenil de las Bodegas con estas peculiares casas. Las podréis encontrar también en las calles Cuevas de la Sombra, Calle Mina, Calle Herrería, Calle Jabonería, Calle Cabreriza, Calle Triana, Cuevas de San Román y Calle Calcetas.
Zahara de los Atunes
Este pequeño núcleo de población, reconocido como entidad local autónoma del municipio de Barbate, concentra en su pequeño casco histórico la luz del Sur y una excelente oferta gastronómica. Entre las visitas que hay que hacer en Zahara de los Atunes se encuentra el palacio de los Duques de Medina Sidonia y las murallas que se construyeron en el siglo XV. En aquel momento, esta gran edificación desempeñaba tres funciones muy diferentes: fortaleza, palacio y chanca. En estas dependencias, además, se alojaba a los nobles y reyes que acudían en aquella época a visitar las almadrabas.
En cuanto a su playa, la playa de Zahara de los Atunes se extiende entre el núcleo de población y casi el cabo de Gracia. Cinco kilómetros de litoral que transcurren paralelos a un mar de agua cristalina veteada de colores turquesas. Su arena es fina, dorada y abundante –alcanza un ancho de 100 metros y forma dunas móviles–. Igualmente remarcable es la calidad de sus aguas, reconocida con los distintivos de bandera azul y la ‘Q de Calidad’.
Zahara de la Sierra
Ubicado al norte de la provincia, en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema, se encuentra este atractivo municipio. Se sitúa entre dos ríos, el Bocaleones y el Guadalete, en la ladera de la Sierra del Jaral, en un maravilloso escenario a orillas del embalse de Zahara-El Gastor.
Zahara de la Sierra forma parte de la Ruta de los Pueblos Blancos, y posee un patrimonio arquitectónico que incluye obras como la Iglesia Mayor, la Iglesia de Santa María de la Mesa, la Capilla de San Juan de Letrán, el Molino El Vínculo, la Almanzara Molino del Manzanillo, diversas fuentes y el poblado nazarí. El pueblo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, posee diversos premios y distinciones, que le han sido otorgados por su belleza, entre ellos el Premio Nacional de Embellecimiento y Mejora de los Pueblos Españoles.
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