Rosario Flores y sus sobrinos Guillermo y Elena Furiase disfrutan de unos días maravillosos en la costa de Cádiz

Rosario Flores es fiel a su cita de verano en las playas de Cádiz para disfrutar de unas merecidas vacaciones familiares en uno de sus rincones más especiales de la costa gaditana. De hecho, la cantante tiene una casa en una de las playas con más duende de Cádiz, Zahora, próxima a Los Caños de Meca. A través de informaciones de Europa Press, podemos ver las fotografías de los momentos más divertidos y cariñosos de la artista pasando un día de playa en compañía de su familia.

En esta publicación se puede ver a Rosario Flores, Elena Furiase y su hermano Guillermo disfrutando de unos días de tranquilidad y desconexión sin que faltaran unos chapuzones en el mar de lo más refrescante. Aunque los grandes protagonistas de esta escapada familiar han sido Noah y Nala, los hijos de la sobrina de Rosario Flores, que pudieron disfrutar de grandes momentos de diversión en la playa haciendo castillos de arena y saltando sobre las olas. 

Tía y sobrina han disfrutado de momentos de descanso en esta playa salvaje de la costa gaditana, compartiendo risas y confidencias entre ellas. Aunque la gran ausente, en esta ocasión, tal y como señala el medio de comunicación, ha sido Lolita. Según las mismas informaciones, la actriz se encuentra en Barcelona por motivos profesionales ya que es la protagonista de la obra de teatro Poncia. 

Elena Furiase de relax en Novo Sancti Petri 

La actriz de El Internado no solo ha disfrutado de una jornada en la playa de Zahora. Allí la hemos visto disfrutar de momentos de diversión con sus hijos Noah y Nala, también acompañada por su marido Gonzalo Sierra. Un fantástico día de playa que no solo terminó ahí, puesto que Elena Furiase ha aprovechado su paso por la costa de Cádiz para desconectar en el hotel de lujo Royal Hideaway Sancti Petri, en Chiclana. 

A través de sus redes sociales, la propia actriz ha confesado que sus veranos “siempre son en ttribu, con mi familia o la de Gonzalo, o ambas”. Sin embargo, pocas veces hacen una escapada los cuatro solos y han elegido este hotel para disfrutar de esos momentos de desconexión tan necesarios para la familia. “Hace seis años fui por primera vez a este hotel, estaba embarazada de Noah… ¡nos flipó!”. Eso sí, la familia ha estado dos noches “pero merece la pena”. En las imágenes compartidas en su reel de Instagram podemos verles jugar en la bolera que tiene el hotel, cenar en Atunante, en el restaurante Lumière y pasear por sus jardines tropicales antes de darse un chapuzón en su maravillosa piscina.