Así son los cuatro maravillosos pueblos de Cádiz que no pasan desapercibidos para una escapada en otoño
National Geographic vuelve a destacar estas joyas de la provincia gaditana entre 100 municipios españoles
¿Sabías que en Cádiz hay dos pueblos con el mismo nombre?
El otoño e invierno invita al visitante a recorrer los pueblos más bonitos de la geografía española. En la provincia de Cádiz existen algunas joyas repletas de encanto, no solo por su patrimonio y arquitectura, también por el entorno natural que los rodean. La prestigiosa revista Viajes National Geographic ha señalado cuatro municipios gaditanos entre los 100 más bonitos de España. Así que toma nota para no perdértelos este otoño.
Uno de ellos es Olvera, un pueblo de Cádiz donde destaca en su paisaje “el monumental castillo y la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación”. Su estratégica posición, a 640 metros sobre el nivel del mar, hacen de Olvera un excelente mirador de la Sierra de Cádiz. La segunda de las recomendaciones es el pueblo de Zahara de la Sierra, donde “pinceladas de verdes, pardos y blancos colorean el lienzo que conforma el embalse Zahara-El Gastor a los pies de este pueblo gaditano”, señala la publicación. En este pueblo también destaca la fortaleza musulmana del siglo XII donde se mantienen en pie la torre del homenaje y el aljibe, así como sus excelentes miradores para contemplar el Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
Otro de los pueblos gaditanos considerado como uno de los más bonitos de España, según National Geographic, es Setenil de las Bodegas. Su peculiar arquitectura, “en el que las casas se dan cabida tanto encima como debajo de la roca, lo convierte en uno de los más curiosos”. Destacan la calle Cuevas del Sol o Cuevas de la Sombra, así como sus románticos rincones para fotografiarse durante la escapada.
El último de ellos, Vejer de la Frontera, se encuentra en La Janda y es también conocido por ser uno de los más bonitos. Las mejores panorámicas del pueblo las descubrirás en el Mirador de la Cobijada, así como aventurarte por “sus calles laberínticas, fachadas encaladas y azulejos de estilo nazarí”.